Capítulo 43

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Capítulo 43

—______ (TN), te he amado durante años. Quiero decir, sé que a los doce años no sabes lo que es el amor, así que supongo que debería decir, que realmente me has gustado por años. Pero cuando te vi este año, lo supe. Supe que deberíamos estar juntos. Sólo no sabía lo difícil que iba a ser el conseguir incluso que yo te gustara. Así que, sí, por supuesto, quiero que me ames.
Sonrío.
—Bueno, te amo. Más de lo que pensé que podría, más de lo que debería. Pero no me importa. No me importa si molesta a otras personas, o si no te merezco y no me importa si no te gusta porque te amo y te amaré por siempre, no importa qué.
Harry se ríe ante mi discurso, besándome de nuevo.
—Está bien, dame mi regalo ahora —le demando en tono de broma cuando recupero el aliento.
Me compró una cadena de plata con un corazón abierto colgando de ella.
—La misma teoría detrás de tu regalo —me dice, encogiéndose de hombros. Lo beso—. Pensé en darte una chaqueta— sonríe con ironía —pero me gusta verte en la mía.
—Gracias. Es el mejor regalo que he recibido.

Más tarde, Anne nos pide a Harry y a mi ayudar a Santa y arreglar los regalos de las chicas. No he tenido una mañana de Navidad desde que era niña. Había olvidado lo divertido que puede ser, toda la emoción y la anticipación.

La mañana de Navidad comienza temprano con gritos entusiasmados de Christine. La observo a ella y las otras dos chicas mientras rasgan emocionadas sus regalos. Gemma está consciente de quién es Santa en realidad, por supuesto, pero sigue con el juego por el bien de sus dos hermanas menores.

Después de que ellas terminan, Gemma excava bajo el árbol, sacando los regalos de la familia y ahí, estoy sorprendida y un poco autoconsciente cuando me entregan regalos de cada miembro de la familia, incluyendo al abuelo Harold y a la abuela June. Me alegro de haber tomado tiempo antes de conseguirle a cada uno un pequeño regalo, que había colocado debajo del árbol la noche anterior.

Había conseguido los regalos del abuelo Harold y la abuela June en el pequeño mercado en la playa unos días antes. Estoy abrumada por el amor y la aceptación que siento, y estoy agradecida por todos sus regalos. Toco el corazón de plata colgando de la cadena alrededor de mi cuello, y sé que el mejor regalo de cualquiera de ellos, es el de Harry.

La víspera de Año Nuevo es un día que recordaré siempre. Antes de que el anochecer caiga, arrastramos mantas y sillas hacia la playa a la orilla del agua. Transportamos enfriadores y contenedores de comida y bebidas. Luego cargamos con paquetes de madera, y un equipo de música con una pila de CD’s, que tocamos todo el tiempo en que estamos aquí afuera. Las baterías incluso se agotan hasta el punto en que tienen que ser reemplazadas.

Encendemos una fogata y asamos perritos calientes en palitos. Anne hace ensaladas de papa y macarrones que comemos con los perritos calientes. Después hacemos algunos malvaviscos. Nunca he comido malvaviscos tostados, que son como el cielo mismo. Pero cuando Harry hace que haga “ah”‖ y levanta uno para que tome un bocado, me derrito con placer.

Hay fuegos artificiales sobre el océano a la medianoche, iluminando el cielo y el agua con brillantes colores, son mejor de los que había visto desde mi columpio el pasado 4 de Julio desde casa, en especial desde que los veo envuelta en los brazo de Harry. Después de los fuegos artificiales, el Dr. Styles se pone de pie para bailar con Gemma y Lucy. Christine se ha quedado dormirá en los brazos de Anne. Me siento en un tronco, con Harry sentado frente a mí, sus manos sosteniendo mis brazos, que están envueltos a su alrededor, con mi barbilla apoyada en su cabeza.

Observo al Dr. Styles, el hombre que tuvo tanta compasión y me ayudó y cuidó de mí cuando yo era una virtual desconocida, quien me ofreció su ayuda y guardó mi secreto. Es él quien desearía que fuera mi padre, un hombre que arremanga sus pantalones y baila en la arena con sus hijas, aún si piensa que podría lucir tonto.

Miro a Gemma, la chica con un excelente sentido de la moda y un inmenso talento que ha hecho amistad conmigo y no le ha dado importancia a nuestra diferencia de edades. Y Lucy, la niña tímida que a veces viene a mi lado y desliza su mano en la mía con timidez, o que se sienta junto a mí, contenta de sentarse en silencio. Me volteo hacia Anne, observándola frotar ligeramente su barbilla sobre la cabeza de Christine, mirando a su esposo e hijas con amor brillando en sus ojos. La mujer que ha criado a mi Harry con obsesionarse en ser un caballero todo el tiempo, sólo para no decepcionarla.

El abuelo y la abuela están sentados juntos en un sofá plegable de dos plazas. Ellos también me aceptaron y me aman incondicionalmente; especialmente el abuelo Harold, quien sabe todo sobre el horror que es mi vida y lo mantiene para sí mismo, y que no me ha tratado de una manera diferente por eso.

Aprieto a Harry, quien se vuelve para sonreírme antes de volver a ver a sus hermanas. Él me ha dado a estas personas que he llegado a amar con tanta fuerza. Siento una paz y una alegría que no creo ser capaz de volver a sentir, pero sé que siempre tendré éste 

Amor a pesar de los problemas(adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora