Capitulo 7:

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Me salto el resto de mis clases. Sólo me he saltado clases una vez en la escuela secundaria, cuando el ridículo había alcanzado la extrema crueldad, particularmente por una chica ruda, y había estado temerosa por mi vida, así que dejé temprano la escuela y fui a casa. Pero cuando la escuela llamó a mi casa para informar a mi madre que me había saltado las clases, había estado en uno de sus días violentos. Había tenido que regresar a la escuela al día siguiente con un ojo negro, un labio hinchado, con dolor en las costillas que se sentían posiblemente rotas, y marcas rojas de dedos en mi cuello donde el aire a mis pulmones había sido cortado poco antes de perder el conocimiento.

Cuando regresé, la chica dura me vio, y alguna forma de reconocimiento y de parentesco había brillado en sus ojos. Después de eso ya no me dio un tiempo difícil. De hecho, creo que había una posibilidad de que hubiera dado la señal para que me dejaran en paz, porque nadie me dio un tiempo difícil después de eso por algún tiempo. Entonces ella fue arrestada y llevada al reformatorio, o eso he oído, y dentro de poco fue olvidada. Yo no lo fui y se reanudó la persecución.

En este día, siento que vale la pena el riesgo. No puedo hacerle frente. Y me siento por lo menos un poco segura ya que no tengo un teléfono de cualquier tipo, así que mi ausencia no requerirá una nota en el correo. Soy yo la que tiene que traer el correo, así que no será mucho el deslizarlo y tirarlo en la basura antes de que pueda ser visto. Me gustaría poder ir a casa y columpiarme, pero no puedo arriesgarme a ser vista por mi madre, así que me escondo en un bosque espeso de árboles que crecen cerca de mi casa, hasta que la escuela termine y me vea obligada a volver a casa.

Por mucho que desee ir en contra, sin embargo, otro día viene y tengo que levantarme para ir a la escuela. Tenía la esperanza de que él me dejaría en paz, pero en el almuerzo lo veo de nuevo viniendo hacia mi rincón. El hambre prevalece sobre el miedo, ya que no tuve cena de nuevo ayer por la noche, y me enrosco protectoramente sobre mi bandeja cuando lo veo venir.
En lugar de mirarme directamente o venir en mi camino, simplemente se detiene en la mesa y se sienta. Los pocos estudiantes que están reunidos en la mesa, lo miran como si una serpiente se hubiera sentado con ellos. Observo, mi cuerpo todavía encorvado protectoramente sobre mi bandeja mientras coloca su servilleta sobre su regazo, se asegura de saludar a cada persona sentada ahí, presentándose a sí mismo como si cada uno de ellos no fuera consciente a sobremanera de quién es él.

Habría que estar ciego o sordo para no saber quién es Harry Styles. Él definitivamente no ha perdido su capacidad para atraer a otros a sí mismo sin siquiera intentarlo. A los pocos días de su regreso a la escuela, se había vuelto popular, buscado como antes, por los chicos para ser su amigo, y por todas las tontas, desmayadas chicas para ser mucho más. Después de un momento de silencio, reanudaron sus conversaciones, ignorándolo principalmente, pero mirándolo ocasionalmente como si se preguntaran por qué estaba él ahí.

Un par de amigos de Harry pasearon cerca, mirando a los que estaban ya sentados, y luego mirando a Harry para evaluar cuáles deberían ser sus reacciones. Él presentó a sus amigos a los “perdedores”, sorprendentemente recordando sus nombres. Sus amigos sólo asintieron, sentándose y procediendo a ignorar a los otros como si no estuviera ahí.

Los otros parecieron intimidados por unos minutos, cambiando de posición incómodamente y preguntándose si deberían moverse. Finalmente, decidieron hacer lo mismo e ignorar a Harry y sus amigos. Observo todo esto con asombro y recelo. ¿Qué está haciendo? Cuando no mira en mi dirección, finalmente alivio mi postura encorvada y comienzo a comer. No quito mis ojos de él, sin embargo. Sigo preguntándome qué es lo que se trae entre manos, pero no he comido nada desde mi medio abandonado almuerzo de ayer. En realidad, me estoy sintiendo un poco débil por mi falta de alimento y eso me da el impulso que necesito para comer, a pesar de su proximidad.

En Fotografía, lo ignoro con esmero, volviendo a mi antigua forma de sentarme al borde de mi asiento, negándome a permitir que incluso mis ojos paseen por sus manos. Él ha dicho “hola” cuando se sentó, pero siento la tensión emanando de él, lo que me pone nerviosa.

Una nueva rutina comienza con él, sentándose en la misma mesa de almuerzo cada día, la mesa está ahora sólo medio llena con los “perdedores” y la otra mitad con los amigos de Harry, tanto como los primeros dos de la primera vez y añadiéndose más cada día, cada mitad ignorando a la otra, pero buscando una extraña especie de camaradería incómoda. Ésta nueva práctica me pone rígida de ansiedad. Considero el cambiar el lugar donde me siento, pero tengo la sensación de que él me seguirá de todos modos. Sólo no puedo averiguar por qué.

Pasamos una semana más sin incidentes, mi aprehensión disminuye un poco, cuando algo extraordinaria sucede. Un chico que ha sido uno de mis peores verdugos, a través de ambas, escuela secundaria y preparatoria, entra al comedor. Mi estómago se aprieta con miedo.

Usualmente, Harry y sus amigos dejan la escuela para almorzar. Cuando se quedan es para un propósito, y ese propósito es por lo general, por mí. Me estremezco al pensar en las veces en que me he visto obligada a tirar mi almuerzo ya sea porque él escupió o dejó caer algo en mi comida (una vez fue una pequeña pepita de excremento de perro), o tratar de comer alrededor de eso. Le da una gran alegría mi humillación y supongo que con el tiempo ha comenzado a extrañar mi ardiente vergüenza. 

Hoy es la primera vez de éste año que se lo ha perdido, aparentemente. Lo veo inmediatamente en la zona en donde me siento, con una sonrisa dividiendo su rostro. Mis ojos vuelan al instante hacia Harry, quien está envuelto escuchando una historia que es contada por uno de sus amigos. 

Oh, por favor... ruego silenciosamente, no le dejes ver esto. No estoy segura de sí quiero que se mantenga ajeno con el fin de evitar que consiga una nueva idea para afligirme, o si simplemente no quiero que vea mi degradación.

Miro de nuevo a mi verdugo frenéticamente, sabiendo por experiencia propia que tratar de proteger mi comida sólo logrará que empuje la bandeja hacia mí, y luego tener que pasar el día caminando avergonzada en vano, con la parte delantera de mi camisa manchada con los restos de mi almuerzo.

Siento los ojos de Harry sobre mí y mi mirada es atraída hacia la de él en contra de mi voluntad. Su ceño está fruncido, como si tratara de averiguar qué es lo que pasa. No puedo mantener mis ojos en un sólo lugar, sin embargo, mi mirada alternando entre ellos dos. Él sigue mi mirada hacia mi verdugo, y de regreso hacia mí. 

Veo cómo comienza a entender, pero en lugar de la anticipación que espero ver cuando lo averigüe, veo su rostro endurecerse, ira oscureciendo sus ojos, apretando la mandíbula. Asumo de inmediato que su ira es por mí, como si estuviera siendo condicionada por el resto de mi vida, me estremezco y mantengo mis ojos en él, sabiendo que es el peligro más inmediato. Se pone de pie bruscamente, haciendo que cada persona de su mesa e incluso algunas de las mesas cercanas detenga sus conversaciones inmediatamente y miren hacia él. Me estremezco instintivamente. Pero en lugar de venir hacia mí, se vuelve y se para frente a Max, bloqueando su progreso hacia mí.

Amor a pesar de los problemas(adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora