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Teniendo en cuenta como se había iniciado, pensé que el beso sería violento y agresivo, sin embargo lejos de eso, fue apasionado, tierno, provocador. Apretó un poco la mano que tenía en mi cuello impidiendo que me separase y la otra la dejó caer, acariciando mi brazo izquierdo hasta que se detuvo sujetando mi cadera.

Todos los insultos y despropósitos que se me pasaron por la cabeza y que quería gritarle en aquel mismo momento quedaron atrapados porque sus labios no se separaron ni un segundo de los míos.

–¡¡TN!! ¿Dónde estás?

Reconocí inmediatamente la voz de Lee. Tae se separó un momento al escuchar también la voz y giró la cabeza para buscar su procedencia. En aquella postura se marcaban las venas de su cuello de una forma perturbadoramente sexy.

"Madre mía, necesito ayuda psicológica" pensé inmediatamente.

–¡¡TN!! ¡¡Mamá te está buscando!! –insistió mi hermano.

Esperamos en silencio hasta que la voz de Lee se perdió en la oscuridad alejándose en otra dirección. Tragué saliva mirando a los ojos a aquel chico. Su rostro no mostraba emoción alguna, no parecía afectado en absoluto por el beso.

"Maldito bastardo, has hecho que nos besemos cuando tengo novio y ni siquiera te importa lo que has hecho"

Estaba tan furiosa que no podía ni articular palabra. Me zafé de sus manos aprovechando que parecía distraído y caminé veloz hacia la entrada a la que ya me dirigía antes, la que estaba detrás de los arcos de piedra. Apenas había avanzado unos metros cuando una mano me agarró el antebrazo.

–No hemos terminado...

Tiré con más fuerza y me giré.

–Ya lo creo que sí, capullo arrogante ¿Es que te dedicas a besar a desconocidas por los rincones? ¿Qué clase de enfermo eres? –escupí con rabia.

Le miré con despreció pero él sin embargo, sonrió. Eso me cabreó aún más. Me di cuenta de que me había soltado así que aproveché la ocasión y entré en la casa como un huracán. Llegué al salón donde seguían de fiesta todos los invitados y vi a mi madre al fondo charlando con un hombre que no reconocí. Imaginé que me estaba buscando para presentarme pero lo cierto es que estaba aún alterada y no tenía ganas así que decidí desaparecer e irme a mi cuarto.

–¿Dónde estabas?

Me di la vuelta sobresaltada.

–Joder, Lee... Me has asustado – respiré de nuevo y seguí–. Estaba en la piscina, no me apetecía quedarme aquí.

–Que extraño –comentó Lee quedamente–. Te busqué ahí pero no te encontré. Mamá quiere que vayas a charlar con el dueño de no sé qué empresa.

–No me apetece, me voy a dormir.

–TN, la fiesta acaba de empezar. Ya sabes como se va a poner –insistió él.

–Me da igual, acabo de llegar, tengo jetlag, ninguno de mis amigos está aquí y para colmo... –pensé en el desconocido que me había besado pero me callé–.

–¿Para colmo qué? –preguntó con una mirada suspicaz en su cara.

–Nada, es igual.

Y sin esperar respuesta subí la escalera y me encerré en mi cuarto. Me puse el pijama y me desmaquillé tirándome abatida en la cama. Cogí mi móvil y vi que tenía un mensaje de Chris.


Ch:

Buenas noches enana, ya queda menos para vernos.

Ánimo en la fiesta, seguro que no va tan mal ;)


Me tapé la cara con las manos tras leer eso recordando el puto beso.

"Soy una basura humana, peor, soy un excremento de asesino en serie. La culpa es tuya, capullo arrogante"

EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora