Capítulo 06

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■6■

Ángel

Los últimos días de mis vacaciones no han sido vacaciones, el trabajo, las tareas y todo lo demás me ha mantenido estresada, por otro lado, el padre de Sara vendrá mañana a visitarla.

Últimamente, la he visto muy mal, su estado de ánimo ha cambiado, no suele hablar conmigo con frecuencia, como solía hacerlo antes, he decidido darle su espacio.

Salgo del supermercado, me toca a mí llenar la alacena esta semana, dejo las bolsas de comida en la cajuela del auto, subo a mi Audi del año y conduzco hacia la casa.

Bajo del auto con bolsas en ambas manos, abro la puerta de la casa y dejo las bolsas sobre la mesa, siento mis pies mojados, bajo la mirada para observar donde es que proviene esa agua, todo el piso de abajo está lleno de mojado.

Subo corriendo  las escaleras, el agua proviene del baño, intento abrir la puerta, está bloqueada, con ayuda de mis técnicas rompo el pomo, la imagen que mis ojos captan me desconecta de la realidad.

Sara se encuentra en la bañera, un frasco de pastillas en mano, sus ojos están hinchados de llorar, tiene el rímel corrido, es una imagen horrorosa, reúno todas mis fuerzas y la saco de la bañera, bajo mojando toda la casa, no me importa, tomo las llaves de mi auto.

La dejo en la parte trasera, subo al asiento del piloto y conduzco rápidamente hacia el hospital, estaciono en la entrada de emergencia, unos enfermeros la suben a la camilla y entran con ella rápidamente.

—¿Qué le pasó?— pregunta uno de los enfermeros.

—Intentó suicidarse, la encontré en la bañera con un frasco de pastillas, aquí lo traigo.—le tendí el frasco.

—Bien, espere aquí.— entraron con ella a una habitación para darle los cuidados necesarios.

Espero sentada en una de las banquetas de metal, estoy impaciente, no sé que hacer, quiero avisarle a su padre, pero a la vez deseo esperar respuestas.

—¿Es familiar de Sara James?— pregunta un doctor, un poco joven diría, me levanté de la banqueta.

—Soy su mejor amiga, vive conmigo.— me tiende un papel.

—Este papel es para que acepte hacerse cargo de los gastos.—lo firmo sin decir nada.— ¿cómo está ella?— le paso el papel nuevamente.

—Le realizamos una limpieza estomacal, debe estar en reposo por una hora, llegó a tiempo para salvarla.— se aleja de mí, dejó caer mi cabeza sobre la pared.

No entiendo por qué razón querría quitarse la vida, si es la persona más viva y llena de felicidad que conozco, paso las manos por mi cabello, camino hacia la habitación donde se encuentra.

La encuentro sentada en la camilla, su rostro luce cansado, me acerco a ella con una sonrisa, acaricio su cabeza, suelta unas cuantas lágrimas.

—Debiste dejar que me fuera.— dirige su mirada hacia otro lado.

—Eso nunca, primero muerta, antes que dejar que algo malo te suceda.— secó sus lágrimas.

—Me siento como la mierda.—sostiene mi mano.

—¿Por qué lo hiciste?— coloco un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Estoy embarazada, lo peor de todo es que Alex no quiere hacerse cargo de nuestro hijo.—ese hijo de puta, cuando lo agarre le faltarán Santos para pedirle que lo deje con vida.

StephanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora