"EN NOMBRE ̶D̶E̶L̶ DE NUESTRO AMOR" // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)

CAPÍTULO 61: I͟N͟EVITABLE

"El infierno" está a reventar esa noche. Las chicas se hacen lugar en la zona VIP donde reciben atención personalizada. Son el centro de atención apenas llegan, sobretodo Chaeryeong que es reconocida por medio mundo y recibe sonrisas y saludos de todos a su paso. Yuna se va por lo alto ordenando una botella de Whisky que solo entre ella y Chaeryeong se beben porque Lia pide su inseparable jugo de naranja con Vodka. A todas les hace gracia, aunque de vez en cuando se deja convencer de las chicas de tomar un shot del fuerte licor que ya a mitad de la noche las tiene bailando con el grupo de amigos de la mesa del lado.

Lia está sentada con Ryujin cuidando sus pertenencias y a la chica de cabello castaño le hace gracia ver a la otra sirviéndose más agua fría con hielo en su vaso.

-       ¿No bebes? –se atreve a preguntar-.

-       No –sonríe-. Pasado difícil.

-       Entiendo. ¿Te ha caído bien Yuna?

-       Es una loca sin remedio, lo he notado –ríe-. Así que sí, la he amado.

-       Siento que ustedes dos pueden llegar a llevarse muy bien, me parece que tienen personalidades parecidas o algo así.

-       Pues ya veremos.

En la cabeza de Lia no dejan de reproducirse las palabras de su recuerdo temprano. No ha separado sus manos del dije del collar desde que lo sintió tan real cuando Ryujin se le acercó. Echa un vistazo hacia la chica a su lado que bebe de su vaso sin preocupación con una pierna sobre la otra, sintiendo de nuevo su corazón enloquecer... ¡Debe ser el alcohol de seguro!

-       ¡Dios, muero de calor! –llega Chaeryeong -. Me siento como en la oficina de Ryujin.

-       ¡Óyeme! –regaña la mencionada-.

-       Confirmo –ríe Lia -. Hace demasiado calor ahí dentro.

-       ¿Sí será por la calefacción o por otra cosa?

-       ¡Yuna!

Las otras tres chicas la regañan en coro ante su mirada sugerente y pervertida. Lia de inmediato se apena. Se bebe de una sola su copa y toma la mano de Ryujin poniéndola de pie.

-       Yo me voy a bailar con Ryujin. La salvaré de sus imprudencias, y a mí misma ya que estamos.

Ninguna se opone. Se sientan juntas a observar su interacción rezando porque algo ocurra que les siembre la esperanza de que recuperen su amor.

Ambas chicas se ponen en el centro de la pista bailando al ritmo de la canción que suena. Lia toma las manos de Ryujin con una sonrisa que la derrite en su lugar. No sabe si a causa de su accidente o de su madurez evidente, pero se le ve más desinhibida. Más extrovertida. Más sonriente. Más hermosa.

La multitud las obliga a ponerse más cerca una de la otra. Lia ríe del nerviosismo de Ryujin sin soltar sus manos. Se fija por encima de su hombro y nota que uno de los chicos de la mesa frente a ellas las observa.

-       El chico de allá te está mirando –dice en el oído de la pelinegra poniéndole la piel de gallina-.

Ryujin voltea sin disimulo y el chico saluda levantando su copa ofreciendo su mejor sonrisa.

-       ¿De qué hablas? Te está mirando a ti.

Las dos voltean en sincronía y el chico aprovecha para ponerse de pie y abrirse paso hacia ellas.

-       ¡Ay Ryujin no, viene para acá! ¿qué hacemos?

-       No te preocupes, yo me encargo.