"EN NOMBRE ̶D̶E̶L̶ DE NUESTRO AMOR" // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)

CAPÍTULO 84: ENE-AMIGAS

Ryujin espera paciente a que llegue Aisha para hablar con ella. Estar en ese lugar le provoca náuseas y le trae malísimos recuerdos de sus días en prisión que no fueron para nada agradables. Cómo se sintió estar sola ahí después de todo por lo que pasó.

Finalmente había logrado que la dejaran verla. Aunque más bien pensaba que era Aisha la que no quería verla después de todo.

En unos minutos hace su aparición luciendo cansada pero igual sonriente al verla.

-       Ryujin –toma el auricular a su lado-. Qué lindo verte.

-       ¿Estás bien?

-       Dentro de lo que cabe –trata de sonreír-.

-       Si se meten contigo dímelo, de verdad.

-       No hay nada que puedas hacer.

-       Con dinero lo puedo todo con tal de que no vivas lo que yo.

-       Estoy bien bebé, te lo prometo. Soy una mujer fuerte.

-       Lia y yo estamos haciendo lo imposible para sacarte de aquí, creo que vamos por buen camino.

-       Me alegra escuchar eso.

Lia y Ryujin se encargan de lo que la chica pueda necesitar. Le están pagando el mejor abogado y con las pruebas del maltrato que David le daba tenían con qué, al menos, reducir su condena que aún no ha sido impuesta, por suerte. Aún faltan trámites por hacerse, están en eso.

La artista volvió a casa de sus padres después de todo. La noticia de que recuperó la memoria los tomó por sorpresa pero de alguna manera les devolvió la plena felicidad. Jessica se disculpó con su hija por todo lo que pasó con David, y si bien seguía sin aceptar a Ryujin de vuelta en su vida, al menos ya no decía nada porque la pianista la fuera a visitar.

Alejandro volvió a su empresa a trabajar con su hija mientras se arreglaba lo del robo. Con la contratación del nuevo contador supieron al fin cuánto dinero robaron. No fue mucho como para dejar a la empresa en quiebra, pero sí lo suficiente como para dejarlos cortos y apretados de presupuestos. Igual con la condena de David y el embargo de sus bienes recuperaron una parte.

Uno de los tantos días lluviosos del mes de diciembre, haciendo honor a los viejos tiempos, Ryujin trepa por el tubo de desagüe hacia el balcón de Lia. Fue a buscarla a J&J pero Alejandro le dijo que estaba en casa. Fuera del ventanal la espera unos diez minutos hasta que aparece con un plato de comida.

Se sorprende muchísimo al ver a Ryujin del otro lado del ventanal y corre a abrirle. La pianista entra empapada quitándose su abrigo largo que Lia recibe dejándolo en su perchero.

-       Bebé te pudiste haber resbalado –la abraza preocupada-.

-       No te preocupes, ya sabes que soy experta trepando balcones.

-       Balcones con menos de un metro de distancia, no así.

-       Vale, tocaré la puerta la próxima vez –la besa-. ¿Qué haces aquí? Es horario laboral.

-       Hoy no fui a trabajar. Me la he pasado todo el día yendo y viniendo, reuniéndome con gente –suspira cansada-. Apenas me voy a sentar a almorzar para irme de nuevo.

-       Ven...

Ryujin abre un espacio a su lado en la cama invitando a Lia. Toma el plato de la mesa de noche y saca la primera cucharada.

-       No me vas a dar la comida como a un bebé.

-       Abre la boca –molesta-.

-       Que no Ryujin, puedo comer yo sola.