"EN NOMBRE ̶D̶E̶L̶ DE NUESTRO AMOR" // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)

CAPÍTULO 59: ̶A̶M̶I̶G̶A̶S̶ SOCIAS

La urgencia de la tía Olga es poner a prueba a Ryujin con la dirección del nuevo gran evento de Industrias Shin. Una cena con la nueva empresa asociada que tendrá lugar en la terraza de su compañía en dos meses. Ryujin será la encargada de supervisar los preparativos: decoración, invitaciones, bufete, show central, etc.

El resto de su tarde y justo a tiempo para su cena con Yuna, se mantiene encerrada en su oficina acomodando detalles del evento; con la excusa de hacer todo de una vez para no tener que correr a última hora, y para distraer su cabeza de los recuerdos de Lia.

Conduce hasta el restaurante donde su mejor amiga ya la espera con una sonrisa y un cálido abrazo.

- ¡Mi vida, te extrañé!

- Me ves a menudo Yuna.

- No tanto como quisiera y no tanto como en los viejos tiempos.

- ¿Cómo va todo? –se sienta-. ¿Ya ordenaste?

- Tu favorito –da un sorbo a su copa de vino-. Siempre fantaseé con la idea de tú y yo bebiendo vino mientras charlamos de nuestras anécdotas.

- Empieza entonces por contarme tus anécdotas. ¿Qué tal el trabajo?

- Honestamente cuando elegí esta carrera no me imaginé que trabajar en un periódico fuera tan agotador –masajea sus sienes-. A veces me toca llevar trabajo a casa porque el tiempo en la oficina no es suficiente.

- Estás viviendo tu sueño Yuna, nadie dijo que sería fácil.

- Pues eso creo. ¿Y tú? ¿Cómo te fue en tu primer día?

- En la oficina me querían comer viva los socios. Mi tía es una intensa con el trabajo, mi asistente es un pan de Dios, tengo una secretaria y me encontré a Lia en su galería esta tarde.

Yuna casi escupe su vino de la impresión.

- ¿Que qué?

- Tal y como lo oyes.

- Ay Ryujin...

- Ay Yuna –se bebe su copa de un tirón-. ¡Ni planeado! Fue Jin el que me sugirió esa galería.

- Y justo te la encuentras cuando ella casi nunca va a la galería.

- ¿Por qué no?

- No tiene tiempo. El trabajo la consume mucho, entre otras cosas.

- ¡Estaba tan bonita, Yuna! –suspira con ilusión-. Compré uno de sus cuadros y hablamos un momento. El corazón se me iba a salir del pecho, te lo juro. Quería besarla allí mismo. Raptarla.

- Te creo capaz.

- Y obvio tú me ayudarías.

- ¿Haría falta preguntar?

- Sabes que no.

Ryujin visitó a Yuna a través de los años lo más que pudo, igual la otra chica. Luego del accidente, mantenían un perfil más bajo a causa de los nuevos acontecimientos: la pérdida de la memoria de Lia.

- Hasta el marciano la visitó un par de veces, era del único que se acordaba.

- Suertudo. ¿A qué se dedica ahora?

- Estaba haciendo una maestría de no sé qué, no le pregunté.

- Al menos no guardó ningún rencor –suspira-.

- Respóndeme una cosa Ryujin, ¿por qué viniste? Tú no eres una empresaria. Eres pianista y profesora de música. ¿Por qué estás aquí después de cinco años?