"EN NOMBRE ̶D̶E̶L̶ DE NUESTRO AMOR" // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)

CAPÍTULO 62 ̶N̶O̶ ̶S̶O̶N̶ CELOS ̶N̶I̶ (Y) PROVOCACIONES

Chaeryeong se vuelve el consuelo de Ryujin por los días que permanece en la ciudad con sus grabaciones; ella y Yuna cuando no está ocupada con trabajo.

En esas tantas veces que tiene que reunirse con Lia para acomodar los detalles del evento para el que ya falta menos de una semana, el abogado de "J&J", o sea David Fiore, está presente siempre arruinándole a Ryujin el momento.

La pareja es muy profesional a la hora de hablar de negocios pero no es sino que la pianista se descuide para que ya se estén robando miradas y besos.

Ese día la reunión es en la oficina de Lia. Ya se ultiman detalles de la acomodación de las mesas, cuando son interrumpidas por el asistente de Lia al teléfono anunciando la llegada de Heo Aisha, la contadora de la empresa.

A la discusión se une la mujer de aura intimidante de zapatos altos y vestido ejecutivo carísimo; de cabello negro finamente alisado a su costado derecho que peina con sus dedos al presentarse ante Ryujin observándola sin vergüenza de arriba abajo con sus ojos felinos claros.

Con Aisha discuten presupuestos finales para el último informe con el que se quedarán ambas empresas una vez terminado el gran evento de sociedad. Durante todo el rato no quita los ojos de Ryujin y Lia lo nota. Varias veces debe repetir lo que dice porque la chica está tan embobada con la pianista que ni atención le presta. David solo ríe de la situación pero a su novia no le hace gracia. Cuenta hasta diez e intenta calmar su respiración para no lanzarle su placa de identificación en la cabeza a esa resbalosa.

-       Todo ese dinero a mí me sigue pareciendo excesivo para una simple cena de sociedad, solo serán cincuenta invitados –comenta Lia revisando los números-. Entiendo que los Shin manejan la mejor calidad de la industria, pero por ejemplo este arreglo de globos me resulta un gasto innecesario, además de que contamina, el pastel igual; no estamos celebrando un cumpleaños, con la cena y el postre es suficiente.

-       Yo supongo que con Ryujin se puede llegar a un acuerdo de reducción de presupuestos, después de todo somos empresas asociadas –sonríe Aisha coqueta-.

-       Puedo hablar con mis proveedores y ver qué se puede hacer –devuelve la sonrisa-.

-       Podemos reunirnos esta semana en tu oficina y discutir ajustes.

-       Eres bienvenida cuando quieras.

Ryujin nota desde la llegada de Aisha el ambiente pesado entre ella y Lia, de lo que se aprovecha. No le es difícil adivinar que le ha interesado a la contadora y que no es santa de la devoción de la artista. La conoce. Está que se muere de los celos por haberle robado la atención de Ryujin y ella ni corta ni perezosa le sigue el juego sabiendo lo que provoca en Lia: el ceño fruncido, los largos suspiros, cuando masajea sus sienes con los ojos cerrados, levantar una ceja cuando expresa su opinión y esa sonrisa hipócrita son los gestos típicos de Lia cuando está celosa.

Obvio que ni estando en un salón con todas las mujeres más hermosas del mundo Ryujin dejaría de mirar a su Lia. Ella es la más hermosa de su mundo y eso nadie lo va a cambiar nunca. Tampoco se quiere hacer ilusiones al decir que son celos lo que Lia tiene porque sabe que ella no la ve de esa manera; seguro solo le cae mal la chica y por eso su actitud, pero es divertido jugar un poco con su temperamento.

Aisha se despide de Ryujin con un abrazo que a Lia se le hace una eternidad. La ve susurrar algo en su oído a lo que Ryujin ríe haciéndola arder por dentro de la ira. Suerte que se retira y diez minutos después también David que calma su humor con un tierno beso. La pianista también arde de la ira por dentro pero no lo demuestra. Se despide con beso en la mejilla del chico y agradece al cielo estar por fin a solas con Lia.