"EN NOMBRE ̶D̶E̶L̶ DE NUESTRO AMOR" // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)

CAPÍTULO 68: ̶C̶R̶E̶O̶ ̶Q̶U̶E̶ ̶L̶A̶ (TE) QUIERO

El beso continúa arrancando suspiros y gemidos de ambas. Se intensifica a los segundos a medida que provoca otras sensaciones para las que no hay tiempo de explicar, sino de sentir. Las manos de Lia se cuelan por el cabello de Ryujin halándolo mientras muerde sus labios con deseo.

- Quiero asegurarme de que la primera persona que beses te quiere. ¿De acuerdo?".

- ¿Alguna vez te han dado un beso así? –pregunta bajito-.

- Si –contesta de la misma forma-. Aunque es confuso.

- ¿Confuso?

- Yo te besé.

- ¿Cómo fue? –vuelve a acercar su rostro-.

- Caliente... húmedo... excitante...

- Ryujin espera –detiene agitada-. ¡Dios, ¿qué estamos haciendo!?

- Lia...

- ¡No puede ser! –se pone de pie alarmada-. ¡No puede ser! Esto no puede volver a ocurrir.

- Relájate, fue solo un beso –resta importancia-.

- Lo siento Ryujin, no sé qué pasó. No sé qué me pasó.

- Tranquilízate –la toma por los hombros deteniendo su nerviosismo-. Hagamos de cuenta que esto no pasó y ya está.

- Me tengo que ir.

Se apresura con sus cosas hacia la puerta que en ese momento se abre dejando ver a Yeji con un par de bolsas de comida.

- ¡Hey Picass...! Digo, ¿qué tal? Soy Yeji –saluda nerviosa-.

- Lia, un placer –sonríe sincera-.

- ¿Ya te vas? Traje comida China.

- Gracias pero tengo prisa. Otro día, hasta luego.

La chica huye despavorida hacia el ascensor desapareciendo en él. Yeji cierra la puerta tras de sí observando a Ryujin con curiosidad de pie estática en su posición.

- ¿Qué carajos acaba de pasar?

- Nos besamos.

- ¿¡Qué!? Me lo cuentas todo ya.

...

Yuna recibe a Lia en casa reprimiendo una risa. La artista solo dice "hola" y corre a encerrarse en su habitación.

A la artista se le va el tiempo sentada en su balcón hasta la madrugada pensando. Ha rechazado la cena y a todo aquel que ha intentado entrar a verla. Su móvil sigue apagado, por lo que el preocupado David ha tenido que recurrir a su suegra para ubicarla y ni así. "Dile que mañana lo llamo" es su respuesta. "Estoy bien". "Estoy muy cansada". "Intento dormir" dice a sus padres y a Yuna, pero ya sabemos cómo es la periodista que no se rinde en sus insistencias y al fin logra que su amiga la deje entrar.

- ¡Hey! –saluda sentándose a su lado ofreciendo una taza humeante de café-. ¿Te sientes bien?

- No Yuna –llora-. Mi cabeza es un lío, quiero que pare ya de pensar.

- ¿Qué le pasa a mi bebé? –la abraza-.

- Siento que ya no puedo más –solloza-. Hice algo. Pasó algo y me siento culpable por no sentirme culpable.

- ¿Me quieres contar?

Asiente.

- Ayer fui a comer con Ryujin, todo estaba bien. Ella me estaba dando un masaje y me quedé dormida. Me desperté muy tarde entonces me quedé. Dormimos juntas. Fuimos a pasear hoy y ella fue tan amable y tan atenta todo el tiempo. Luego llegamos a su casa y su salón estaba lleno de cosas, imagino que el resto de su mudanza, no sé. Estaba su piano, le pedí que tocara algo para mí y Yuna... algo me pasó aquí dentro –señala su pecho-. Siempre que estoy con ella me pasan cosas.