Un día de la tan importante cena de sociedad, los nervios están de punta. En la terraza de Industrias Shin y en general en toda la empresa el ambiente es de gritos y prisa; Ryujin está a reventar de trabajo. Durante todo el día se la pasa de arriba para abajo en cada departamento supervisando que todo esté en orden para la noche siguiente. Los empleados la persiguen esperando respuesta a sus preguntas y solución a sus problemas por algunos proveedores que les quedan mal. Pedidos defectuosos, telas de colores diferentes a los solicitados, retrasos, etc. La pianista está hasta el límite.
- Me imaginé que estarías en aprietos, así que vine al rescate.
- ¡Yuna gracias a Dios!
Ryujin se arroja a sus brazos con exageración.
- ¿Has comido algo?
- Es obvio que no.
- Es más de mediodía Ryujin –regaña-.
- Vamos a almorzar lejos de aquí, necesito respirar.
En cuanto Ryujin sale de su oficina ya la esperan unas diez personas que Jin intenta controlar sin ningún resultado.
- Señorita Shin...
- Ahora no Jin.
- Pero los empleados...
- ¡Silencio todo el mundo! –calla con autoridad-. Son las dos de la tarde y juro que si ustedes no se calman, con el hambre que tengo a esta hora y lo desesperada que me tienen, me los comeré vivos a todos. Estoy de muy mal humor.
La multitud presta atención con horror en sus miradas.
- Ahora escuchen, les ordeno que se tomen dos horas para almorzar y nos dejen a mí, a Jin y a Nayeon tranquilos por ese tiempo. Bájenle a las revoluciones que no es la reina Isabel la que vendrá a cenar. Es cierto que es un evento importante pero no tiene por qué costarnos la tranquilidad.
El silencio se mantiene.
- ¿Qué esperan? ¡Se fueron!
Los empleados rompen filas entre murmullos mientras se abarrotan en el ascensor.
- No sé si catalogarte como una mala jefa o una buena jefa –comenta Yuna con gracia-.
- Empieza por no catalogarme como una jefa; a veces, por no decir la mayoría del tiempo, no sé lo que estoy haciendo.
- Yo opino que lo llevas bien.
- Señorita Shin...
- ¿Jin qué acabo de decir? –suspira impaciente-.
- Pero señorita, la señora Olga...
- A la tía Olga le dices que me morí o que la tierra me tragó –regaña-. Vete a almorzar o si te vas a quedar te dejo a cargo, pero déjame en paz dos horas te lo pido por favor.
- Lo que usted diga señorita Shin.
- ¡Perfecto! –celebra-. ¡Te fuiste! ¡Me fui! ¡Nos fuimos todos!
El teléfono de Ryujin está a reventar de llamadas y mensajes, por lo que termina apagándolo. Yuna se la pasa burlándose de su estrés durante todo el almuerzo pero su amiga ya no tiene energía para pelear. Ahora tiene que lidiar con más de cien personas de distintas edades y profesiones. De distintos departamentos. De distintas opiniones y personalidades. Con distintos problemas que solo ella, personalmente, puede arreglar; está a punto de enloquecer.
- Yuna, Ryujin...
Las dos amigas se ponen frías en su lugar al escuchar la voz de Lia, que al voltearse, las observa con curiosidad.
ESTÁS LEYENDO
"EN NOMBRE ̶D̶E̶L̶ DE NUESTRO AMOR" // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)
DragosteEn nombre del amor ha cambiado su concepto, pero no su objetivo. Ryujin y Lia decidieron tomar este ejemplar y hacer algunos acomodos en los títulos de los capítulos para darles sentido. Esta es la continuación de su historia de amor, espero que la...