Del otro lado del vidrio

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Cómo quisiera ser ese niño, estar ahí sin papás que te estén diciendo "no" a cada rato.
He visto a algunos que pueden con más de cuatro pelotas. ¿Cómo lo lograrán? ¿Tomará muchos días aprender?
Estoy seguro de que yo aprendería  rápidamente.
Ese niño parece tener mi edad y se mira feliz haciendo malabares; así creo que le dicen a eso. Además tener la cara pintada se ve genial.
Veo hacia adelante y mi padre me está viendo por el retrovisor. No me animo a decir nada porque ya  sé qué me responderá. Además, él y mamá se han estado gritando todo el día, así que mejor si se olvidan de mí.
En cambio, ese niño ahí afuera se ve contento.
Seguro que sus padres no lo regañan por nada.
El niño se dirige a nuestro carro cuando el semáforo se pone verde, le digo adiós con la mano y el niño se detiene. Papá lo pasa rosando con el carro y yo le grito ¡Cuidado! Me mira por el retrovisor y me fulmina con la mirada.
No sé que ha pasado pero al volver la vista al niño veo que ya no sonríe.

DOSpalabrasUNrelatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora