Me siento nerviosa por tomarme la foto.
Enviártela lo más pronto posible para recordarte que yo aún guardo en mi corazón las promesas que nos hicimos hace ya demasiado tiempo.
Apenas éramos unos chiquillos recién salidos del colegio. Apenas sabíamos lo que queríamos estudiar en la universidad. La única certeza que teníamos era nuestro amor. Ese amor que llevábamos desde niños cultivando en el corazón.
Quería enviarte la foto para que no te olvidaras de nuestro primer conato de fuga... Ahora me da risa: habíamos ido con el cole de visita al Museo del Louvre. Nos desligamos de grupo y nos fuimos a pasear por París. El Pont des Arts nos pareció de lo más romántico. Así que llevamos un candado y como pudimos lo encadenamos a los demás en solidaridad con el amor con que imaginábamos los habían enlazado en aquel puente. Luego nos colgamos las llaves en el cuello con un hilo y fue como sellar nuestro presente y nuestro futuro juntos.Estoy parada a la misma hora que lo hicimos tú y yo aquel día y capturo el atardecer que nos embriagó entonces.
Busco tu dirección de correo electrónico en mi teléfono y la adjunto a un mensaje que no sé cómo tomarás...
No sé si te dará gusto verla, recordar aquel día. Rememorar nuestra promesa.
Solo sé que a mí me hace falta saber que para ti aún soy importante aunque tu vida la hayas hecho con otra persona, en otro lugar, lejos del puente...