Hace tres años que lo vi por última vez.
Esa risa torcida y silenciosa, lo que más me gustaba de él.
Modesto en su sabiduría, discreto en su forma de amarme... tanto que, nunca supe el trasfondo de su amor.
Qué pensaba, por qué actuaba como lo hacía, la circunspección en su postura política...
Hace tres años que no coincidimos, que no compartimos nuestras controvertidas posturas de la vida, pero que, sin embargo, no se obstaculizaban ni se inhibían, por el contrario, parecía que estaban destinadas en algún punto a converger y complementarse.
Te siento cerca aunque sé que estás tan lejos que ya no perfilo tu silueta, tan lejos que ya no percibes la mía.
Las ondas del agua parecen llevarte mar adentro. La suave corriente te desliza hacia el horizonte.
La lluvia lava tu recuerdo y me deja sola esperándote de nuevo... aunque sé que no volverás.