Las tazas de café estaban completamente vacias, a un costado habían un par de platos de postre, vacios también, que pidieron gracias a la insistencia del mayor.
—Estás metido en un gran lio, Jungkook. Yo estaría llorando a mares justo ahora y tal vez habría perdido las esperanzas.—confesó—Sin embargo, tu estás decidido a recuperarlo, incluso si no estás seguro de que está con vida.
—Eso es poco alentador de tu parte.—murmuró mirando los residuos en su plato de pastel.
—Lo siento si soy muy directo, mi personalidad solo me permite ser prudente cuando me pagan.—bromeó mostrando una gran sonrisa.
—Bueno, si me toca ser directo, podría decir que haz encontrado una muy buena manera de deshacerte del esfuerzo físico, pero en verdad es igual o más cansado tener que soportar tocamientos y acoso por parte de tus clientes. ¿No ha sido chocante?—cuestinó, había escuchado que algunas personas se dedicaban a ese tipo de trabajos, muchos lo podían ver simple y sencillo, pero para trabajar de esa manera tendrías que tragarte muy en el fondo tus gustos, tu personalidad y tu sentir.
Taehyung se quedó en silencio un momento, a su cabeza llegaron miles de situaciones en las que quiso lanzar todo al diablo, pero no pudo por una sola razón.
—Es lo que tienes que sacrificar cuando hay algo más importante que tu orgullo.—carraspeó un poco tratando de aclarar su garganta, la noche no era precisamente cálida en ese momento.—Mi madre está enferma, pagar su tratamiento no es fácil y para colmo, este idiota que ves aquí, tiene un hijo.—una media sonrisa apareció en su rostro.—Ya está en la escuela, lo tuve cuando tenía veinte y ahora tiene casi ocho años, es el primer motivo por el cual dejé de estudiar y comencé a buscar dinero. Por lo menos me sirvió de algo la genética de papá, pero la belleza no dura mucho y como dice uno que otro viejo atrevido, ya me falta poco para comenzar a mentir sobre mi edad real. Ya sabes, entre más jóvenes, mejor.
Jungkook intentó responder, pero el mayor fue más rápido.
—No me mires así, yo siempre soy optimista, al menos estoy relativamente bien. Tengo una casa propia, mi hijo va a la escuela, no le falta dinero o amor, mamá recibe su tratamiento y a mi no me ha pasado nada tan malo. He escuchado casos de amigos que trabajan en este medio a los que realmente compadezco y es triste no tener derechos desde que decimos a que nos dedicamos, no es como si me prostituyera porque cuando ejerces ese oficio, todo te va mucho peor, ni respeto, ni protección, cualquier imbecil puede venir por ti.—explicó—Yo tuve una amiga a la que escondí por un mes en casa, ya que, un viejo loco de obsecionó con ella y no dejaba de perserguirla, ahora vive al otro lado del país, lejos de él y más feliz.
¿Qué clase de mundo es? El miedo de ser atacado constantemente, es algo con lo que se tiene que vivir, aprender a defenderte, luchar para sobrevivir porque las leyes no sirven o son selectivas.
Una completa estupidez.
—¿Qué harás cuando ya no puedas trabajar en esto?
—Creo que aceptar alguna oferta de matrimonio de algún hombre veinte o treinta años mayor que yo. Pudiese trabajar y pagar todos mis gastos, no me importaría tener las manos llenas de callos, pero soy sincero conmigo mismo, es imposible costear el tratamiento de mamá y mantener a Sangyeob con el sueldo que gane trabajando así sea durmiendo dos horas diarias.
Simplemente no había alternativas.
—Quería desahogarme y me ayudaste a estar más triste.—confesó Jungkook.—Este mundo es cruel y materialista.
—Nacimos aquí, es lo que nos toca.
—Deberíamos irnos, está haciendo mucho frio y ya es tarde.—habló con un poco de preocupación al ver la hora en su teléfono.
—Está bien, pero antes, dame tu número. Seamos amigos que hacen pijamadas y llevan a sus hijos.
—Yo no tengo hijos.
—Ay, no te preocupes. Te regalo al mio por un cupón de pollo. ¿Qué dices?
El rostro horrorizado del menor le hizo reir a carcajadas.
—Es broma, pero en serio, seamos amigos, mi vida es aburrida y quiero saber si logras encontrar a tu príncipe perdido.
Habían pasado dos días desde su encuentro con el alocado castaño, rsta mañana le había mandado fotos de su hijo lavándose los dientes con una descripción que decía: Es independiente ¿Es serio no quieres un Sangyeob a cambio de un cupón de pollo?
El chico era divertido.
Una llamada de un número desconocido, hizo que observara el teléfono con curiosidad, pese a la duda, decidió contestar.
—¿Hola? ¿Me comunico con el señor Jeon Jungkook?—el pelinegro contestó con un simple "sí" y la mujer tras la línea, continuó.—Mucho gusto, soy Jung Jiwoo, periodista del noticiero del canal CNT, no sé si me conoce, me comunico con usted porque me gustaría hacerle una entrevista con respecto a la terrible pérdida de su pareja y su suegro, en verdad, al público le gustaría escuchar su testimonio sobre este caso tan comentado.
Al parecer los noticieros estarán encima suyo más pronto que tarde, pero si es que la policía no quería hacer nada, uno que otro escándalo en tv, no sería problema o ¿sí?
—La única pérdida que debo lamentar es la de mi suegro, el señor Park WooHan.—aclaró su garganta y continuó.—Ese cuerpo calcinado no era de Jimin, si es que está muerto, me gustaría que la policía encuentre sus restos y me los entregue, yo no voy a llorarle a las cenizas de un extraño y si me disculpa, tengo cosas que hacer.
Culminó la llamada y se dispuso a ir hasta el lugar donde Kim NamJoon le había indicado.
No tenía idea de sus intenciones, pero deseaba saber que misterio se traía entre manos y si serviría de ayuda, pero no todo puede ser tan simple, no puedes caminar sobre fuego sin quemarte y Jungkook lo supo cuando pudo reconocer a un auto que venía siguiéndolo desde que salió de casa.
Quería darles este capítulo en recompensa por mis constantes atrasos, muchas gracias por leer, realmente les quiero.
Gracias por sus vistas, comentarios y estrellas.💜
Melissart🌌
ESTÁS LEYENDO
Tinta Negra
FanfictionJimin es hijo del jefe de una de las mafias más grandes de Corea. Jungkook es su novio, con el que ha estado saliendo por tres años. Durante todo este tiempo le ocultó la verdad por miedo a involucrarlo. Todo da un giro de 180° cuando una mafia enem...