𝙼𝚊𝚕𝚊𝚜 𝚗𝚘𝚝𝚒𝚌𝚒𝚊𝚜

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Cuando era niño, deseaba crecer lo más pronto posible. En general, amaba la libertad que parecían tener los mayores y su padre le prometía una y mil maravillas con respecto a su futuro, lamentablemente no muchas cosas suceden como lo deseamos.

Unos meses después de cumplir trece años, su padre falleció en un accidente del trabajo, se vieron envueltos en un lio legal que no llegó a ningún lado porque la empresa indicó que le dieron implementos de seguridad que no usó, se lavó las manos por completo y de lo único que se ocupó es de enviar flores a su velorio.

Su madre se encargó de todos los gastos, usó sus ahorros para poder darle una cristiana sepultura y buscó un trabajo que no le permitía estar con él, pero por lo menos podía alimentarlo y ocuparse de sus gastos, no hubo tiempo de guardar luto, su hijo tenía hambre.

La adolescencia llegó más rápido de lo que creían, Taehyung ya quince años, todos sus compañeros tenían idea de las carreras universitarias a las que aspirarían, todos estudiaban mucho, pero él solo esperaba tener la posibilidad de hacerlo.

Tenía dieciocho años cuando su madre le aseguró que él sería profesional, ella se veía enferma, lo estaba, pero no se lo decía para evitar preocuparlo.

El castaño trabaja y estudiaba para ayudarle en lo posible, ya había asimilado que no estudiaría por lo menos durante un tiempo.

Durante ese tiempo conoció a alguien en el trabajo, un hombre cinco años mayor que él. Pensó que no era demasiado, que sería lo suficientemente maduro, de todas formas muchos chicos y chicas decían que era mejor salir con tipos mayores.

Fue una gran mentira, para llenar el vacío de su inexperiencia, se vio obligado a hacer cosas que al ojo de los demás, no son tan relevantes, pero definitivamente si es algo que simplemente no deseas hacer, no deberías.

Se escapaba de casa y volvía de madrugada, en ocasiones llegaba en la mañana porque su novio decía que no tenía porque pedir permiso, que debía demostrar su madurez.

Que ridículo.

Iban a bares extraños donde el olor a droga y alcohol eran claros.

Pasó de no tener idea de lo que era llevar una vida sexual, a conocer todo lo posible sobre ella, aceptando situaciones que para él eran incómodas, pero para su pareja no.

Poco a poco fue alejándose de su madre, de sus amigos, de su vida por correr tras él. Por sentir que podía llegar a su talla, llenar su estándar cuando esto es algo que nunca debió hacer.

Cambiar gustos, preferencias, estilo de vida, creencias por alguien que no valía la pena porque si debes ser alguien diferente para que te amen ¿No es claro que desde el inicio algo está mal?

Pronto entendió todo, pero era tarde, estaba a unos meses de cumplir veinte años, una prueba de embarazo en sus manos le hizo perder la noción del tiempo y el espacio.

¿Cómo llegó la duda de un posible embarazado a su mente?

Con una llamada que destruyó la poca estabilidad emocional que le quedaba.

Muchos años atrás...

El teléfono sonó varias veces antes de atreverse a contestar, pero al final decidió hacerlo por temor a no volver a recibir llamadas suyas.

—¿Hola?—preguntó presionando sus párpados con la yema de sus dedos, notando la hinchazón a causa de todo lo que había llorado la noche anterior.

—¿Cuánto te cuesta presionar un estúpido botón de mierda?—preguntó el hombre tras la línea.

—Y..yo lo siento, solo pensé que tú..—no tenía idea de qué decir, le temía, le tenía terror, pero aún así, no podía dejarlo, no veía una vida sin él.

—¿Yo qué, idiota? ¿Te das cuenta? Eso es lo que me molesta de ti, eres un niño que juega a ser grande, nunca debí meterme contigo, eres una completa perdida de tiempo, pensé que valdrías la pena, pero me deslumbré por una cara y un cuerpo bonito con un cerebro vacío.—lanzó cada palabra con tanto odio, pero aún así, Taehyung se consolaba pensando en que solo era la ira del momento, que se solucionaría.

Todo lo que lloró al descubrir que lo engañaba con un chico más joven que él, nunca le importó y era claro, llamó para insultarlo aún cuando debería estar rogando su perdón.

—Me engañaste.—pronunció lo más bajo posible.

—¿Vas a reclamarme? ¿Después de haber ido a hacer un escándalo con ese chico? ¿Quien te dio el derecho de hacer eso?—cuestionó el hombre sin pudor alguno.

—¡El derecho que me da tener casi dos años de relación contigo! ¡Me viste la cara de idiota y pensaste que me quedaría callado!—gritó con la poca valentía que le quedaba.

—¿Es eso entonces? Bien, terminemos esto de una buena vez, estoy cansado de ti y de tus niñerías, ya obtuve todo lo que podías darme, después de todo, ya no me sirves más y olvídate de volver a llamarme o buscarme, eres una mierda muy molestosa.

Taehyung no pudo decir una sola palabra, su ahora, ex novio, cortó la llamada y cuando intentó volver a llamarlo, se dio cuenta de que había sido bloqueado.

La desesperación de perderlo, hizo que buscara la manera contactarlo, pero entre las lágrimas que caían en la pantalla y unas crecientes ganas de vomitar, no pudo lograrlo y lanzó el teléfono al suelo y corrió a baño a devolver todo lo que tenía en el estómago, no pudo parar hasta que su madre llegó a ayudarle.

Luego de darle un poco de agua, el seguía llorando en el suelo, la mujer le pidió el vaso y lo dejó lejos para poder arrodillarse y abrazarlo.

Duraron mucho tiempo así, sin decir una sola palabra, solo se escuchaban los sollozos del menor hasta que ella le ayudó a levantarse para llevarlo hasta su cama.

—¿Quieres comer algo?—preguntó y este negocio de inmediato.

—Solo me gustaría dormir, mamá.—pidió y ella acarició su mejilla con delicadeza.

—No vuelvas a llorar solo, querido. Tu madre sigue viva, no lo olvides, estoy aquí para ti.

En la tarde, le llevó algunas cosas para comer y una pequeña caja a lado de la bandeja.

—¿Qué es esto?—preguntó con curiosidad.

—Se que puede ser apresurado y ahora mismo estás abrumado por todo lo que sucedió con ese hombre, pero debemos salir de dudas.

El transcurso del tiempo que se demoró la prueba en hacer efecto, hizo que los nervios del castaño incrementaran en demasía, deseaba con toda su alma que fuese negativo, pero la suerte no era algo con lo que había nacido.

—Son dos líneas...

—Es positivo.

El dolor de perder a la persona a quien creía amar, fue mucho más espantoso cuando este al enterarse de su embarazo, desapareció sin dejar rastro.

Estaba solo, estaba perdido y esta no era la única mala noticia que le esperaba.

Estaba solo, estaba perdido y esta no era la única mala noticia que le esperaba

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Si creyeron que no publicaría hoy, pues sorprais.

Les quiero, estoy esperando a que salgan los bities en The Late Show, mientras hago tareas pendientes.

Gracias por cada leída, estrella y comentario, me animan demasiado.

Melissart🌌

Tinta NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora