Tinta Negra

𝚄𝚗𝚒𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚙𝚒𝚎𝚣𝚊𝚜

—¿Soy yo o no se escucha nada?—preguntó Jin mirando a la pantalla de la computadora donde todos tenían su atención.

—Es porque aún no llega a la fiesta, le indicamos que lo prendiera al llegar, de esta manera no se sentiría tan nervioso de camino.—respondió Yoongi.—Según el GPS, falta muy poco para que lleguen, Hoseok, si tienes ganas de ir al baño, ve ahora porque no te podrás levantar en todas noche.

Advirtió.

—Si es así, iré ahora.—se levantó en dirección al baño, en su mente trataba de recordar lo mejor posible la voz de aquel hombre.

El salón era claramente enorme, una hermosa mansión que servía de salón para eventos de la alta sociedad. Grandes mesas de bocadillos delicadamente preparados se podían apreciar por todo el lugar, copas, botellas de marcas carísimas que seguramente costaban el equivalente a un mes de trabajo de Taehyung.

Vestidos, trajes, zapatos, tacones y muchas joyas brillantes y relucientes. Todo ese derroche de dinero lo veía a menudo y nada de eso era suyo.

Incluso lo que llevaba puesto, era regalado o prestado, pero de eso se trataba su trabajo, ser solo un acompañante, había muchos y muchas de su tipo también, se veían tan elegantes y pintorescos, justo al gusto de sus clientes.

Eran piezas, accesorios para los hombres adinerados de Corea, aunque también asistían unos cuantos extranjeros.

Al llegar pidió un momento para ir al baño y fue a prender el micrófono, cuando todo estuvo listo, se arregló un poco el maquillaje en el gran espejo y salió de ahí con toda la seguridad que tenía.

—¿Todo bien?—preguntó el hombre por lo bajo.

—Todo perfecto.—afirmó el menor.

Los chicos ya estaban tratando de escuchar todo lo que pudiesen.

—Mierda, el volumen es muy bajo.—se quejó NamJoon.

—Espera, le dije que esté a una distancia considerable cuando tenga frente a posibles sospechosos.—aclaró Yoongi.

Mientras intentaban subir al máximo en volumen, escucharon un par de voces.

—Secretario JunWoo, es un gusto verlo nuevamente, no hemos sabido mucho de usted últimamente.

Taehyung se acercó al hombre con intención de saludarlo y darle mejor capacidad de escuchar la conversación a sus amigos.

Aún siendo el secretario del actual jefe de estado, podría ser el hombre que buscaban.

—Lo mismo digo, me dijeron que su hijo falleció cuando pregunté por usted las veces que vine y no lo encontré.—respondió.—Mi más sentido pésame, se que lo ha querido manejar lo más privado posible, es por eso que esperé a coincidir en alguna reunión para darle mis condolencias.

—Así es, he estado realmente triste por la partida de mi único hijo, trato de ser fuerte, pero la pérdida no es algo que se supere en unos meses.—se veía el pesar en sus ojos, pero había algo más que intrigaba al castaño.

Cuando le contaron que había muerto un familiar, no creyó que se tratase de su hijo.

Después de despedirse para saludar a otros asistentes, el menor aprovechó para darle el pésame.

—No sabía que su hijo había fallecido, mi más sincera condolencias.—expresó apenado.

—No te preocupes por esto Taehyung, es por mi dolor que he sido insistente estas dos fechas contigo. Verte me alivia un poco el dolor y especialmente hoy es bastante gratificante estar contigo aquí. ¿Te gustó todo lo que preparé para ti?—preguntó y este asintió feliz.