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Mini maratón (1/3) ⚡

Advertencia, el contenido de este capítulo es 🔞, leer bajo su propia responsabilidad.

Los pasillos de la universidad estaban casi vacíos, el recinto ya estaba por cerra sus puertas. Las 11.30 p.m. daban en reloj, el sonido de algunos pájaros nocturnos se escucharon a lo lejos.

Las pisadas apresuradas del rubio, quien trataba de escapar rápidamente del lugar, alertaron a su persecutor.

¡Jimin!—gritó, pero este no paró, solo aceleró el paso mientras un par de lagrimas caían por sus mejillas abultadas, su corazón le decía que se quede, pero su razón le pedía que escape y hasta ahora, nunca le había hecho caso a su corazón.

—Por favor.—se volvió a escuchar más de cerca y esto lo asustó en demasía, dio media vuelta sin parar de correr y pudo ver cómo el chico venía a toda velocidad hacia él.—Estoy cansado, dame chance de llegar, no te haré daño.

Para Jimin era tan frustrante no poder decir que no, pero realmente deseaba escapar, por ello decidió no hablar y continuar con su ritmo, pero el contrario era más rápido y logró tomarlo del brazo, volteándolo por completo hacia sí mismo.

—¿Por qué haces esto, tan desagradable soy para tí?—preguntó con un poco de dolor y decepción en cada palabra, pero al notar las lagrimas del rubio, lanzó a la basura todas esas interrogantes.—Jimin ¿Estás bien? ¿Es mi culpa? Te estoy presionando ¿cierto?

El chico se apresuró a negar sacudiendo su cabeza y limpiando su lágrimas.

—No es tu culpa, es mi culpa. Soy un idiota y no quiero involucrarte en mi mundo, no quiero que sufras, Jungkookie, pero no importa cuanto escape de ti ¿cierto?—el pelinegro negó de inmediato—¿Quieres que sea sincero contigo? Bien, estoy enamorado de ti. Estás a un beso de convencer a mi cabeza de jugarse la vida por ti y no estoy seguro de si entiendas que lo pasajero no va conmigo. Te quiero, te amo, te necesito y deseo cuidarte de mi, pero es tan difícil cuando cada que escapo vas tras de mi.

Jungkook solo entendió la mitad de lo que dijo porque se quedó en la parte del beso y en su mente lo único que había era deseo, ganas incontrolables de besar al chico frente a él y no se resistió más.

Lo tomó de la nuca y lo atrajo lo más cerca que sus labios se permitieron estar.

Los labios de Jimin eran justo tan suaves y dulces como lo había soñado. Jimin era definitivamente el mayor sueño de Jungkook.

Contrario a lo que pensó, Jimin lo recibió sin retroceder un paso y le dio permiso de entrar en su boca intensificando cada uno de los para nada sutiles roces de sus cuerpos. Pronto sus brazos se unieron a la lucha por el dominio y luego un salto le advirtió que hoy, tal vez no podrían salir antes de que las puertas de la institución cerraran porque los dos tenían ganas de olvidar cada uno de sus pesares en la boca del otro.

Atrapó los muslos del rubio en cuanto este saltó y lo dirigió a una de las aulas vacías y oscuras del lugar.

—1306, que gracioso.—soltó Jungkook recordando que el número del aula era el mismo que la fecha del día en el que se conocieron.

—Solo entremos.—pidió el rubio en sus brazos y este asintió abriendo la puerta y cerrándola después de entrar.—Se rudo por favor, no me trates así, no me mires así.

Nunca entendería porque el rubio se castigaba tanto, su vida social, su corazón, sus sentimientos, todos eran un mundo lleno de soledad y aunque fuese conocido de una que otra persona, él no se relacionaba demasiado, por alguna razón, no se permitía establecer relaciones personales, pero estaba equivocado si pensaba que Jungkook simplemente pasaría de él, no.

Tinta NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora