Jimin es hijo del jefe de una de las mafias más grandes de Corea. Jungkook es su novio, con el que ha estado saliendo por tres años. Durante todo este tiempo le ocultó la verdad por miedo a involucrarlo.
Todo da un giro de 180° cuando una mafia enem...
Un promedio de cuatro horas pasaron en las que nadie supo nada de Jungkook, SeokJin y NamJoon estaban desesperados pensando en lo peor y Taehyung había llamado a su hijo llorando porque para su edad, el pequeño era muy bueno consolándolo, aunque obviamente no le contó lo sucedido, solo le dijo que estaba triste porque no había encontrado su helado preferido en el supermercado.
—Papi, no te preocupes. Mañana podemos ir a otro lugar, cruzaremos todo Seúl por tu helado.—esto hizo que el mayor rompiera en llanto.—Está bien, llora. Tu siempre dices que cuando me siento triste o mi corazón duele, debo llorar. Te escucharé mientras te digo cosas bonitas.—aclaró su garganta dispuesto a comenzar sus halagos.—Papi Taehyung es lindo, tiene las manos más hermosas del mundo y sus ojos son como estrellas. Además, es el mejor papá del mundo, no importa si no tengo otro papá o mamá porque papi Taehyung me quiere como por diez papás. Kim Taehyung es el papá más hermoso del universo.—decía escuchando los sollozos de su padre.—Estaremos juntos siempre y cuando sea grande iré a comprarte todo el helado que quieras para que siempre seas feliz.
El mayor se sonó la nariz con un pañuelo y limpió sus lágrimas antes de contestar.
—Eres el mejor hijo el universo. ¿Lo sabes? Definitivamente no aceptaré cualquier chico o chica para tí, mis estandares serán altos. No te entregaré a alguien que te haga sufrir. ¡Ay, Dios! No quiero ni saber de esto, pensar que algún día te enamoraras y te irás de casa, me pone peor.
—Papi, yo me quedaré siempre contigo.—aseguró el pequeño, con determinación.
—Ay, no me mientas niño. ¿Tú sabes cuánto me dolió tenerte? Te cuento que si quieres ser padre debes ser activo, siempre activo. Recuerda, apúntalo en tu cuadernito de consejos de tu padre. Como te decía, no te tuve durante ocho meses en mi vientre como para no conocerte, si ya desde ahora te gusta ese niñito en la escuela. No quiero imaginar cuando llegues a los quince y tendremos que hacer otro cuadernito, pero esta vez un poco más complicado, te lo explico cuando tengas edad. En fin, me dejarás.
—¡Taehyung deja de decirle tonterías al niño!—gritó su madre desde el fondo.
—Usted no me dio la charla de adolescente. ¿Y ahora se queja de mi crianza? Ama, no sea sin vergüenza.
—Papi, abuelita está buscando su regla de madera para cuando vuelvas.—advirtió el pequeño.
—Mier...—recordó que su niño estaba escuchándolo.—...coles. Mi amor, dile a tu abuela que era broma.
—Abuelita está enojada.
Estaba triste y ahora recibiría una tunda, genial.
—¡Nam! ¡Es Jungkook!—gritó el mayor de los tres dentro de la oficina donde se encontraban.
Los dos voltearon de inmediato y Taehyung se despidió rápidamente de su hijo y su madre para prestar absoluta atención.
—¿Dónde estás? ¡Jungkook!—soltó con desesperación presionando el altavoz de su teléfono.
—Yo, solo fui a dar una vuelta con unos amigos.—respondió el pelinegro desde el otro lado de la linea, su voz sonaba cansada, como si hubiese corrido demasiado o algo por el estilo.—¿Puedes venir a buscarme? Es que...—rió un poco sin muchas fuerzas.—...yo, no puedo levantarme.
—¿Qué? Mantén el teléfono, rastrearé la llamada, no me cuelgues.—hizo una señal hacía su amigo y este rápidamente entendió lo que quería decirle.
—Sitel, trabaja, trabaja.—repetía NamJoon mientras esperaba a que el aplicativo ubicara el teléfono de Jungkook, solo era cuestión un par de minutos, pero con la desesperación del momento, se hicieron eternos.
—¡Modernicen esa porquería, demora mucho!—exclamó Taehyung y justo después, en la pantalla del computador se reflejó la ubicación exacta del teléfono de Jungkook.
—Esos idiotas pensaron que llegarías a casa en burro o ¿Qué?—otra vez e castaño con su terrible tacto.
—Espéranos ahí, no te muevas. Iremos por tí. ¿Estás herido?—preguntó Jin, esperando que su respuesta fuese negativa.
—Solo un par de rasguños.—su voz se iba apagando, como cuando estás a punto de dormir.—No demoren demasiado, tengo sueño.
—Mierda, mocoso inprudente. Ya estoy saliendo, tendremos que llevar al castroso de tu amigo.
Jungkook intentó reír, pero solo pudo hacer una mueca de dolor que nadie pudo ver.
Unos minutos después, los tres ya estaban de camino al lugar donde se encontraba el menor, exactamente a un costado de una carretera de camino para otra cuidad, saliendo de Seúl.
—Está oscuro, tengo miedo.—el menor de las tres personas en el auto no quiso salir, la noche en carretera era tenebrosa.
—¿Dices que es tu amigo y no vas a ir a buscarlo con nosotros?—Jin se enfadó y NamJoon puso una mano en su hombro para luego pasarle una linterna.
—¡Demonios, es cierto! Los amigos hacen eso.—respondió con determinación, pero aún así, al salir, se encondió tras el más alto y fuerte de los tres, este solo reía divertido.
—Eres del tamano de Jin, pero aún así pareces tan pequeño.—expresó por fin, NamJoon.
—Es que soy joven.
—¡Tú, maldi...—no terminó su oración porque su linterna apuntó a un cuerpo tirado entre el pasto largo.—Aquí estás.
A simple vista se podía notar los golpes en su rostro, el labio roto, un pequeño corte transversal arriba de la ceja que dejaba un camino de sangre gasta la altura del final de su nariz.
Sus brazos estaban un poco verdes, al parecer se había tratado de proteger con ellos de golpes en el abdomen, tal vez patadas.
Jungkook parecía dormido, pero al levantarle el polo, NamJoon notó los hematomas y palpó costillas rotas.
—Está inconsciente, ayúdenme a levantarlo y llevarlo al hospital más cercano, las costillas rotas pueden perforar algún órgano si no lo hacemos bien.—explicó y Taehyung palideció.
—No me asustes, por favor. Me pongo nervioso.
—Solo cálmate y haz lo que te digo. Tranquilo, estará bien.
—Sigo pensando que en algún momento de la vida me cambiaron a mi mejor amigo, dejándome esta cosa con sentimientos.—se quejó Jin por el tacto que tenía NamJoon al hablar.
—Tengo todo el tiempo del mundo, pero Jungkook no, así que, apresúrense si no quieren asistir a un velorio.
Y ahí estaba el NamJoon de siempre.
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Hola, dos capítulos hoy, espero actualizar mañana. Buscaré el tiempo, gracias por leer, les quiero demasiado.
Me siento acompañada con ustedes, esa sensación no se va, es una de las razones por las que escribo.🤍
