𝚂𝚊𝚗𝚐𝚛𝚎

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¿Cuánto puede durar un reino construido a base de malicia? Jimin siempre se lo preguntó, su padre era un hombre realmente cruel, seguramente había muchas personas en el mundo que le aborrecían sin conocer su rostro.

Tal vez fue motivo de muchas defunciones, pero el rubio se rehusaba a odiarlo. Era el hombre que sacrificó su vida entera por él, en su afán de darle todo lo que merecía, todo lo que no tuvo cuando fue niño.

La familia Park era tan humilde, no había dinero para nada y hasta el alimento era escaso, cuando el padre de WooHan murió a causa de la nula atención médica que tuvo por sus recursos, este se prometió que nunca más vería morir a alguien de su familia por falta de dinero y fue así que entró en ese mundo del narcotráfico.

Este le brindó todo lo que soñó, pero el amor de su madre se convirtió en vergüenza al enterarse y pronto lo echó de casa negándose a recibir ayuda económica. La única manera que tuvo de velar por ella, fue haciéndole un deposito mensual que supuestamente le daba el gobierno.

La madre de Jimin era una mujer muy dulce y pobre que él rescató de la calle. Su padrastro la sacó de casa unos días después de la muerte de su madre.

Eventualmente se enamoraron y dos años después, el pequeño Jimin llegó al mundo. Con unos gramos de más y unas recordetas mejillas que derritieron el corazón de sus padres. Todo fue dulce en la infancia del rubio, todo fue amor.

Excepto que, su educación fue en casa. No tenía amigos, él y su madre siempre salían acompañados de varios hombres que los vigilaban constantemente. No hubo un solo día en que no estuviesen, así sea en viajes familiares, ellos estaban ahí.

Cuando la señora Park murió, Jimin solo tenía trece años y WooHan decidió prepararlo para todo al darse cuenta que su hijo era un niño indefenso al que no podría cuidar todo el tiempo.

—Sé que extrañas a mamá porque yo también lo hago y hasta respirar me duele, pero debemos seguir. Jimin, tal vez sea dificil, pero estoy seguro de que podrás lograrlo. Es por tu bien y tú seguridad, jamás bajes la guardia.

Las palabras de su padre fueron contundentes, a partir de ese día, los demás fueron agotadores, pero justo como su papá lo creyó, destacó en todo.

No era una opción cuestionar sus acciones, había hecho cosas atroces, pero eran padre e hijo, se tenían solo el uno al otro y nada más.

Se amaban, pero su felicidad acabaría pronto.

No, ya se había acabado.

Los gritos se hicieron presentes en la gran mansión de los Park, ya casi no quedaba nadie en el lugar, solo unos cuantos empleados que escaparon despavoridos del lugar.

Hombres de aspecto intimidante, algunos con pasamontañas, pero todos con armas de fuego.

Un hombre en traje que venía liderándolos, alzó la voz.

—¡WooHan! ¡Sal de ahí, maldita cucaracha! ¡He venido a cobrar con tu hijo lo que le has hecho al mío!—de inmediato alzó su brazo y sus subordinados iniciaron los disparos y destrozos por todo el lugar.—¡Revisen todo el lugar y quiero que limpien la zona! Si no están aquí, seguramente están cerca.

—Si señor.—respondieron todos.

—Una cosa más, los quiero vivos. Necesito mostrarle a WooHan, el rostro de desesperación de su hijo al ser torturado.

Dos patrullas policiales llegaron al lugar alertados por la llamada de algunos empleados

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Dos patrullas policiales llegaron al lugar alertados por la llamada de algunos empleados.

La mansión se encontraba escondida, por esta razón no hubo vecinos que los llamaran durante la madrugada.

Al encontrar un cuerpo en una de las habitaciones, llamaron rápidamente a los forenses, el personal técnico y al médico legista para el levantamiento del cadáver.

—Proyectil de arma de fuego con impacto en la cien, el disparo fue realizado a corta distancia por la forma del orificio. Han pasado aproximadamente nueve horas desde su deceso.

—¿Cuánta distancia?

—Puedo apostar uno de mis dedos que fue a menos de un metro.

—¿Hay algún indicio de forcejeo?—preguntó el mayor.

—No, ni uno solo.

—Eso quiere decir, que..

—No tuvo tiempo de reaccionar o el disparo fue realizado por alguien de quien no debía cuidarse.

—No hagamos hipótesis demasiado precipitadas, estamos para determinar las causas exactas, por el momento llévense al señor difunto. Recién son las 7 a.m. y ni siquiera he tomado desayuno. ¿Saben lo triste que es desayunar después de ver un cadáver? Dios y justo quería tomar un batido de fresa, hoy.

La habitación quedó en silencio cuando un hombre de cabellera negra entró al lugar y corrió hasta la habitación donde se encontraban.

—¿Qué hace usted aquí?—preguntó el detective a cargo.—En primer lugar ¿Quién es usted? ¿No se da cuenta que contaminará la evidencia si la toca?

—Algo básico que los civiles no entienden Jin, calma.

—S..señor Park.—la escena era desalentadora, todo estaba destruido y había encontrado a su suegro muerto en su habitación.—¡¿Jimin?! ¿Dónde esta Jimin? P..por favor, díganme que está bien.—rogó con las lágrimas picando por salir.

—¿Quién es Jimin? Identifícate, ahora.

—S..soy Jeon Jungkook, yerno del hombre que está ahí.—expresó temblando y señalando al cadaver.—Jimin es su hijo, Jimin es mi novio. La señora Biyeon me contó todo y vine lo más rápido que pude, solo quiero encontrar a Jimin. El señor Park...—finalmente sus ojos se cansaron de aguantar—...está muerto y no logro entender nada, solo quiero encontrar a Jimin.—su voz se rompía con cada palabra—¡Jimin!—grito volteando al pasillo.

—No hay nadie más aquí. Hemos revisado toda la zona, tal vez deberías llamarlo por teléfono.—comentó el médico legista.

—¿No te parece que eso hacen todos la seres humanos normales en primera instancia, NamJoon?

—Guárdate tu sarcasmo, Jin. No estoy de humor, tampoco he desayunado. Has tu trabajo e interrógalo mientras yo meto en un saco al suegro.—soltó el menor ganándose una mirada de molestia de parte de su amigo y compañero de trabajo.

—Eso fue de muy mal gusto, Nam.—le regañó—Ven conmigo, Jeon Jungkook. Necesito hacerte unas preguntas y así podremos ayudarte a encontrar el tal Jimin.

Este asintió y se limpió las lágrimas con la manga de la sudadera que llevaba puesta.

Este asintió y se limpió las lágrimas con la manga de la sudadera que llevaba puesta

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Hola, ya estoy aquí. Quiero aclarar que las actualizaciones serán dejando un día debido a mis tareas y que ando leyendo libros, manuales y resúmenes sobre los procesos de la policía. Balística me confunde, pero voy atando cabos.

Muchísimas gracias por leer, por su comprensión y por estar aquí.🤍

Melissart🌌

Tinta NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora