-Hemos llegado -Apago el automóvil, me gire a verle con desgano mientras ella guardaba las llaves en su bolso, me sentía muy cansada, todo el camino me imagine como seria si me cargara en su espalda hasta la habitación - ¿Estas bien? -Coloco su mano sobre mi pierna dándole un leve apretón, observándome con este brillito en sus ojos y dejando ver una pequeña sonrisa.
-Esto es tu culpa -Ella rio.
- ¿Porque es mi culpa? Solo hice lo que me pediste -Bufé.
-Lo sé y por eso eres culpable -Giro los ojos en un gesto divertido.
-Es lo que me saco por ser una buena novia -Esta vez fui yo en girar los ojos - ¿Acaso no lo soy?
-Si me cargas hasta la habitación lo serás -Le sonreí de la forma más inocente que puedo, ganándome una de sus miradas molestas - ¿Si? Anda, di que me quieres -Lleve mi mano a su rostro tratando de dibujarle una sonrisa -Y que me quieres cargar hasta la habitación -Aparto mi mano de su rostro no sin antes dejar un beso en el dorso.
-Creo que tendrás que caminar y antes de que me lo reproches, voltea -Sin que lograra voltearme por completo Jazmín y Mackenzie se colocaron frente al auto como si fuera una especie de complot para acorralarme, a pesar de que no pudieran vernos realmente, sus ceños fruncidos expresaban sus intenciones hacia mí.
- ¡Arróllalas!
- ¿Que? -Soltó una risa.
- ¡Pásales el carro encima! Diremos que fue un accidente.
-Amor, no iré a la cárcel para que evites enfrentarlas -Bufe, me encogí de brazos -Sacare las cosas del baúl.
-No quiero hablar con ellas -Dije enfadada.
-Entonces díselos.
-No bajare hasta que se vayan y puedes meter mi ropa a lavar con la tuya -Le sonreí.
-Lo harás y si -Bajo del vehículo, agito su mano en forma de saludo para luego caminar hacia atrás, no me pensaba mover de aquí, en algún momento deberán irse, no quería estropear mi fin de semana ya tenía suficiente con el dolor de cuerpo, era demasiado para una sola tarde. Di un pequeño brinco cuando Kendall abrió mi puerta, suspiré.
-En ocasiones como estas me hacen detestarte -Murmure entre dientes bajando del vehículo, se acercó a mi robándome un pequeño beso.
-Te quiero -Cerro la puerta para luego caminar hacia la entrada con mi bolso y su mochila en la espalda dejándome con una tonta sonrisa enamorada, que se me borro cuando las intrusas se pusieron delante de mí.
- ¿Qué hacen aquí? -Me recosté en el auto observándoles con mi ceño fruncido.
-Ya veo porque no respondías mis llamadas -Reprochó Jazmín.
-Ni las mías -Turno de Mackenzie.
- ¿No se les ocurrió que no las quería escuchar? -Me gire para luego caminar hacia la entrada con ellas siguiéndome hasta que entre a casa.
- ¿Te fuiste todo el fin de semana con ella? -Pregunto con indignación Jazmín - ¡Por supuesto! La rara antes que yo -Suspiré nuevamente.
- ¿Ha eso has venido, a reclamarme? -Se cruzó de brazos con un gesto molesto, mire a Mackenzie - ¿Y tú?
-Quiero arreglar las cosas, creo que te debo una disculpa.
-Solo atenderé a una hoy -Tomé el brazo de jazmín arrastrando la hacía la cocina, le solté para luego abrir el refrigerador buscando entre las bebidas energéticas de Kendall una botella de agua.
-Vaya forma de evadir a tu hermana -Me gire hacia ella haciendo contacto visual.
-Aun puedo cambiar de opinión y atenderla a ella -Frunció el ceño, murmuro por lo bajo haciéndome difícil de entender - ¿Y bien? - Dije luego de un par de minutos en silencio en los que ella simplemente me observaba beber agua.
ESTÁS LEYENDO
¿Odiarla o amarla?
Romantizm"Ya era un dolor de cabeza en la escuela y se convirtió en una montaña de emociones difíciles de controlar"