Capitulo 51

544 40 6
                                    

Me detuve un momento observar el enorme parque de este nuevo vecindario, gracias a la señora Turquía que patrocino mi nueva bicicleta como regalo de cumpleaños, a diferencia del Sr. Turquía que me regalo las clases de manejo que comienzan el próximo lunes. Pedalee un poco más adentro hasta encontrar un lugar con el menor sol posible, para ser tan lindo el lugar está demasiado solo, no sé si eso sea bueno o malo. Deje la bicicleta a un lado de un árbol, para luego sentarme sobre una de las bancas.

Últimamente disfruto el tiempo cuando estoy sola, aunque eso no me quite el que me sienta así, es extraño y difícil de explicarme, me mata la idea de estar perdiendo a Kendall, no puedo evitar agarrar una posición defensiva ante sus acciones, desde nuestra "Reconciliación" en el baño las cosas no han mejorado en lo absoluto estoy segura que están peor que antes.

Sus salidas oficiales con ella me volvían loca, como hoy, la idea de que su amor siempre estuvo en esa y no conmigo me destruye mentalmente, la amo, aunque ella a mí no. Siento como disfruta más salir o testear con ella que hacer cualquier otra cosa conmigo, mi humor no es el mejor, menos mi estado de ánimo que desde hace días rondaba por el piso, me duele tanto el sentir como si no pudiera deshacerse de mí y solo busca una excusa para discutir, pero sin quitar que mis celos desquiciantes me cieguen cada día más y provoque más y más discusiones. ¿Cómo soportare verla con otra?, probablemente huya de su casa, desaparezca de su vida para siempre.

Saque algo que probablemente deba dejar, pero la estúpida de Renata tiene la culpa, encendí el ultimo cigarro de la cajetilla que le quite en la escuela hace unos días, a diferencia de ella, solo fumo uno o dos al día, sonreí de lado, como si eso hiciera la diferencia. Justamente ahorita debe estar muy feliz con ella, me costaba tanto asimilar la situación, el imaginarla o verla feliz con ella, nuestras tardes juntas pasaron de lado, ¿Tan difícil es estar conmigo?, era muy obvia la razón, quizás se hartó de mí y de mi estúpido juego de querer ser igual que Mackenzie, ya no tenía sentido.

Mi mente se quedó en blanco por unos minutos, hasta que el cigarrillo se terminó, solté el ultimo aire contaminado de mi ser para luego regresar a casa.

Al llegar deje la bicicleta en la entrada, camine con pesar hacia la cocina por una botella con agua.

-Hola -Pegue un pequeño brinco al escuchar su voz detrás de mi ¿La otra la saco antes? -Mis padres salieron con su hija -Dijo en un tono tenue.

-Bien por ellos -Dije simplemente para luego terminar el líquido.

-Te dejé varios mensajes -Percibí el pequeño reproche en su voz.

-No ando el móvil -Respondí sin prestarle mucha atención a su reclamo disfrazado -Creí que saldrías.

-Regrese hace un rato -Asentí, me dispuse a salir fuera de la cocina hacia mi habitación, pero su voz me detuvo -¿Has estado fumando? -Cuestiono alarmada.

-Si -Respondi despreocupada - ¿Por qué?

- ¿Cómo que porque, Verónica?, ¿Desde cuándo?

-Desde hace unos días, extraño que hasta hoy lo notes -Soltó un suspiro molesto -Bueno, no, olvídalo, no es extraño.

- ¿A qué te refieres? -Dijo molesta, gire mis ojos.

-Casi no nos vemos, en tu agenda no hay espacio para perder el tiempo conmigo -Frunció el ceño - ¿No?

-La que no quiere pasar tiempo conmigo eres tu -Solté una risa sarcástica -¡Todo me lo rechazas!

- ¡Porque lo único que haces estando conmigo es estar en tu maldito celular! -Comencé a perder la poca paciencia que me quedaba -¡Como si fueras un mueble más!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 04 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Odiarla o amarla?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora