¿Odiarla o amarla?

Capítulo 37

Verónica:
¿Con Renata?, ¿Es en serio?

Mire con confusión el mensaje de Verónica en Whatsapp, ¿Quién coño es Renata?, gire mi vista hacía mi derecha donde la chica de esta mañana estaba sentada comiéndose unas galletas, mientras esperábamos a la entrenadora en las gradas del gimnasio.

-¿Te llamas Renata? -Me observó con un gesto de confusión.

-Si, ¿No lo sabias? - Negué -¿Y aun así no me habías preguntado?

-En mi mente eras la sin nombre - Giro los ojos para luego lanzarme la envoltura - Oye -Me quejé, tomé la envoltura lanzándose la de vuelta.

Verónica:
Responde.

Yo:
¿Cuál es el problema?

Verónica:
Escuche lo que pasó en la cafetería, ¿Acaso quieres más provocaciones por parte de Alejandra?

Yo:
Me da igual.

Verónica:
¿Aceptaras la amistad de alguien que solo está contigo por ser rechazada por toda la escuela?

A pesar de ser un mensaje lo sentí cruel, pero era cierto, aunque en ningún momento he pensado o considerado hacerme su amiga.

Yo:
Formaremos un club.

Me imaginaba su reacción al leer mi mensaje, debió haber girado sus ojos en un gesto de fastidio para luego suspirar.

-Miren, ahora se sienta con la rarita, seguramente se hará como ella -Había escuchado ese tipo de comentarios todo el día, aunque no iban dirigidos directamente a mí, eran un poco molestos, la sin nombre ahora con nombre oficial, Renata, comenzaba a perder el autocontrol, las risas de las demás chicas del equipo comenzaban alterarla, lo note por la mirada de enojo y deshacer la última galleta entre sus manos.

-¿Cuál es tu maldito problema? -Y ahí está, adiós autocontrol, se puso de pie bajando las dos gradas que nos dividían de ellas.

-No queremos a ninguna zorra en el equipo, suficiente con un fenómeno -Dijo lo último observándome a mí.

-¿Solo admiten perras?

Me distraje al sentir la vibración de mi celular en mi bolsillo, un mensaje de Verónica.

Verónica:
Hablaremos cuando llegue a casa, mi hermana vendrá por mí, por favor, no te metas en problemas.

Yo:
¿Estás enfadada?

Verónica:
No.

Genial si lo está, ni siquiera hice nada, tengo la leve sospecha de que tiene algo contra Renata, levante mi vista del móvil al escuchar los gritos de todo el equipo, Renata y la sin nombre número dos, se estaban golpeando en el piso del gimnasio, unos segundos bastaron para que la entrenadora apareciera y las separa.

-¡¿Qué demonios les sucede?! -Las sujeto a ambas de la camiseta para luego sentar las en las gradas de golpe -¿Es por ese estúpido rumor?

-No es un rumor, es una zorra.

-¡Maldita! -Renata se lanzó de nuevo sobre ella.

-¡Basta! -Gritó la entrenadora, volvió a separarlas -Todas a correr, ¡Ya! -Su tono de voz hizo que todas se pusieran de pie y se formaran en fila para comenzar a correr -Tu no -Me señalo al ver que me puse de pie, volví a sentarme, se me acerco tomando asiento aun lado mío -Eres una de mis mejores jugadoras -Sonreí, eso subía mi ego -Pero, si quieres seguir en el equipo, necesito que evalué tu condición un médico, actualizada, no la que ya presentaste.