Capítulo 30

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Salí de mi habitación con la bolsa de chocolates en la mano, luego de haberme comido casi todos, el remordimiento de no haber compartido con Kendall me detuvo a terminarlos, al llegar a su habitación, giré mis ojos al encontrarla en la misma posición de hace más de dos horas, la había dejado sola por no prestarme atención, seguía jugando con esa estúpida consola, al parecer debía competir con ella.

Me quedé frente a ella mirándola con el ceño fruncido, esperando que me notara, pero no, pasaron alrededor de 5 minutos y seguía sin mirarme, suspiré, golpee levemente su pie con el mío hasta llamar su atención, frunció el ceño para luego mirarme, sacó sus auriculares inalámbricos de sus orejas dejándolos a un lado.

-Que sucede -Cuestiono confundida, dejando al fin a un lado la dichosa consola.

-Quiero atención -Hice un puchero, sonrió de lado negando, se incorporó sentándose correctamente, palmeó sus piernas dándome a entender que me sentara sobre ella, negué cruzándome de brazos, se levantó dejando la consola y los audífonos sobre el la mesita de noche, abrió los brazos acercándose a mi hasta abrazarme, sonreí al sentir ese tan anhelado contacto con su cuerpo, sus manos descansaban sobre mi cintura y mi cabeza en el hueco de su cuello, era un poco frustrante el tenerme que poner de puntillas hasta para besar su mandíbula -Te deje algunos -Dije alzando un poco la bolsa, ella rio.

-Sabes que no me gusta mucho lo dulce -Dijo en voz baja sobre mi cabeza dejando un beso en esta -Deja para mañana -Negué -Luego te da dolor de estómago.

-Es que son deliciosos... -La deje sobre la mesita para luego volver a sus brazos -Estás lista para la fiesta de esta noche -Pregunté incorporándome para verle, hizo una mueca.

-Cuando me lo dijiste pensé "Será problema para Kendall del futuro" -Le mire confundida, a veces solo ella se entiende o eso creo -Y ahora soy la Kendall del futuro -Seguía sin entenderle -No sé qué hacer en una fiesta, nunca he ido a una.

-Podemos hacer muchas cosas, comer, bailar y ver cómo la gente se embriaga y hace cosas estúpidas.

-Me agrada la idea de la comida -Gire mis ojos, no sé cómo es que no engorda.

-Nos vendremos a encerrar si nos aburrimos -Asintió conforme con ello -Como te sientes, con respecto a tus padres -Le deja sentarse sobre la cama mientras yo me posicione entre sus piernas, se distrajo acariciando levemente mis piernas.

-Bien, papá llamó hace una hora, estoy bien -Levante su mandíbula con un dedo para robarle un beso, dejándola con una sonrisa -Estoy mejor. ¿Tú lo estás? -Cuestiono con una expresión preocupada, pase mis manos tras su cuello dándole una leve caricia.

-Bien, sabes es extraño, mis padres nunca estuvieron para estas fechas, siempre viajaban por trabajo, me quedaba sola con Mackenzie, ella cocinaba para ella según pensaba, una o dos horas después bajaba a ver si me había dejado algo, y si lo hacía, pero nunca cenamos juntas siempre por separado... -Sujetó mi cintura acercándome más a ella -No quiero discutir con ella en estos días.

-Solo relájate un poco, deja que intente ganar tu cariño -Volvió a repetirme, asentí de acuerdo, me acerque como si fuera a darle un beso, pero termine por pasar mi lengua sobre sus labios y parte de su mejilla, reí al ver su expresión de asco -Que clase de beso es ese.

-Se llama el lengüetazo de tu novia -Dije con una sonrisa pícara, negó terminando por reír.

-Yo también puedo hacer eso -Por su expresión me dio a entender sus intenciones, le mire de forma acusadora.

-No, ni lo pienses -Le rete, en segundos alzo mi cuerpo lanzándome a la cama para luego sujetar mis manos no dejando que escapara -Kendall -Chille tratando de zafarme de su agarre, ella sonrió como villano de caricatura para luego pasar su lengua sobre mis labios.

¿Odiarla o amarla?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora