Capítulo 3

2.2K 143 0
                                    

El día siguiente fue más tenso que el anterior, parece que una de sus metas en la vida es joder la mía, la mañana se convirtió en un tipo de debate, no de esos que se llega a una conclusión, no, el tipo de debate que terminan golpeando a tu oponente con las sillas como la lucha libre, discusión tras discusión.

El domingo vino una chica que jamás había visto a visitarla, llamo mi atención el hecho que al despedirse de ella, bajo con los ojos rojos y sus mejillas de la misma manera, parecía haber estado llorando, en ese momento me sentí un poco mal por ella, debe de ser muy duro saber lo que sus padres son y más el hecho de que no puede verlos y que no saldrán libres tan fácil.

Tal Vez las cosas serían diferentes si dejará su ego de perra, razone tal vez dejar estar a la defensiva, un pensamiento que no duro mucho. El día martes las cosas se salieron de control a tal grado.

...flashback...

-Puedes abrir el baño -Dijo colocándose frente al TV, interrumpiendo mi juego, suspire.

-No, usa el de afuera.

-Cuando dejaras de ser tan egoísta.

-Cuando me dejes en paz -Me arrebató de golpe el control de mi consola cancelando mi juego.

-QUE CARAJOS TE PASA -grite cabreada.

-NO ME GRITES -Grito.

-Dame el control -Dije de manera firme y tratando de controlar mis impulsos de matarla.

-NO.

-Deja de gritar y dame el control.

-Hasta que abras el baño -Escondió el control tras su espalda, no resistí mas y me lance sobre ella provocando que golpeara de espaldas contra la pared, soltó el control empujándome de los hombros haciéndome retroceder -QUE MIERDAS TE PASA -Grito.

-A TI, QUE MIERDAS TIENES CONMIGO -Volví a gritar -NO ENTIENDES QUE NO TE TOLERO.

-PUES YO TAMPOCO, ERES UNA MALDITA EGOÍSTA.

-Y TU UNA MALDITA OBRA DE CARIDAD -Mis ojos se cerraron de golpe, su mano había impactado contra mi mejilla, al abrirlos me encontré con sus ojos cristalizados a punto de llorar.

-JAMAS VUELVAS A LLAMARME ASÍ MALDITA RARA -Volví a fruncir el ceño.

-MAL...

-QUE SUCEDE AQUÍ -Cerré mi boca al instante al escuchar a mi madre entrando a casa, nos miraba molesta, y mi padre igual entrando con las maletas en sus manos -Sus gritos se escuchan hasta la calle -Nos miramos sin saber qué decir o hacer -No van a responder -Bajamos la mirada.

-Ella no me deja usar el baño -Susurro ella, le mire mal.

-Es mi baño -Contraataque.

-También es mi habitación tengo derecho.

-Eres una invasora.

-BASTA -Intervino mi padre, volvimos a callarnos -Es en serio, esto es en serio -Dijo en tono irónico -Se están peleando por el baño, por algo tan estúpido -Vaya si está molesto para usar esa expresión.

-Es que ella es egoísta -Se volvió a quejar, gire mis ojos.

-Kendall, ¿Qué sucede contigo? -Fruncí el ceño.

-Conmigo, si ella es la que empieza -Me queje -No has notado mi mejilla, ella me golpeó.

-Tu te fuisteis sobre mí.

-Me quitaste mi control.

-YA -Intervino mi madre, suspiro, ambos se miraron como tratando de encontrar la solución.

¿Odiarla o amarla?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora