-¿No piensas decir nada? -La sombría mirada de mi padre sobre mí no dejaba que lograra articular palabra, no sé cuantos minutos llevo sentada frente a él, el silencio de su oficina me permite escuchar perfectamente los latidos acelerados de mi corazón, mis manos sudaban en exceso mientras una mis piernas no dejaban de temblar.
-Perdón -Dije en un leve susurro, enarco una de sus cejas y luego suspiro recargándose en su silla.
-¿Perdón? -Cuestiono -¿Por qué exactamente? -Se cruzó de brazos, no tenía una idea clara del porqué, no me arrepiento como para pedir perdón de ello -Creo que el no habérmelo dicho entra en esa respuesta.
-Lo siento -Me sorprende y me relaja hasta cierto punto el motivo de su molestia -Tenía miedo.
-¿Miedo? -Pareció un poco sorprendido de ello -¿A qué exactamente? -Hice una leve mueca -¿De mí?
-De tu reacción -Mi voz salía con mucho esfuerzo -No estoy solo yo en juego -Su mirada se relajó un poco.
-Kendall, de Amanda no dudaste en confesármelo -Parecía demasiado indignado -¿Qué cambio?
-Verónica está bajo tu cargo y vive aquí -Lo alterado de mis nervios se reflejó al decir eso -¿Cómo esperabas que te lo dijera?, no podía llegar y decirte "Me enamore de la chica que duerme en la misma habitación que yo"
-¿Estas enamorada? -Me acomode mejor en la silla, asentí con cierto calor en mis mejillas -Nunca me expresaste eso de Amanda -Dijo extrañado, me encogí de hombros -¿Cómo sabes que lo estás? -Cuestiono con cierta curiosidad.
-La amo, sé que no es un simple cariño, no fue amor a primera vista, quise ahorcarla el primer día en el que la conocí, me hacia la vida imposible, era un dolor de cabeza en la escuela -Sonreí de lado -Y un día simplemente me beso -Sonreí completamente -Después de ello todo ha sido una montaña de emociones difíciles de controlar -Se quedó observándome fijamente poniéndome más nerviosa -La veo sonreír y me pierdo en ese gesto, en la forma que se ríe tratando de no perder la delicadeza o en la manera que sus ojos brillan cuando algo la emociona, realmente estoy enamorada de ella y no sé cómo explicarte como me hace sentir, cuando la tengo cerca mi mundo está completo, aunque la mayoría del tiempo es complicado-Se quedó en silencio mientras me analizaba, en cada segundo se me hace más difícil controlar los nervios.
-¿Sabes lo complicado que será cuando tu madre se dé cuenta?
-¿Le dirás? -Dije con el corazón a mil por hora.
-No -Dijo después de pensarlo un poco -Se va a volver loca, y al igual que tu no quiero causarle problemas a Verónica, le tengo mucho cariño y ahora aún más, ya que al parecer es mi nuera -Sonreí levemente con las mejillas sonrojadas.
-Gracias Papi.
-Ya no tienes cinco años, Kendall -Su expresión a una seria y determinada -Tendrás que hacerte responsable de las consecuencias que traiga esto, no hablo solo de acá en casa.
-Lo se.
-¿Realmente crees que valga la pena?
-Si -Afirme -Nunca eh dudado de ello -Sonrió.
-Es lo que debes de tener presente en cada problema que llegasen a tener, la relación no es solo besos y sexo -Mis mejillas ardieron en un segundo, hasta dolerme, se le escapo una leve risa al ver mi expresión -Son problemas, malos días, discusiones, gestos y actitudes que te volverán loca y no de la forma que lo hace al tener sexo, si quieres una relación madura y estable, pasaran demasiadas cosas para ello -Asentí.
-¿Lo dices por experiencia?, ¿No?
-Si, tu madre es mi montaña rusa, al igual que tú, mi relación inicio cuando éramos jóvenes.
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¿Odiarla o amarla?
Romance"Ya era un dolor de cabeza en la escuela y se convirtió en una montaña de emociones difíciles de controlar"