ARTHUR

PRÓLOGO

"R"

Estaban frías.

Sus manos estaban tan frías cual cadáver en la morgue.

Me acariciaba.

Me dejé llevar por sus besos, que no demostraban ningún tipo de afecto.

No me gustaba lo que hacía.

Pero me sentí bien.

Sus dedos explorando mis lugares más sensibles me hacían olvidar cada cosa mal en aquella escena.

Tan excitante para muchos...

Y tan despiadada para otros.

La única manera de no morir en el infierno, es convertirte en un demonio.

Hasta el erevo puede ser divertido si sabes cómo disfrutarlo hasta vengarte del diablo.

Desearía no haberme obsesionado con el demonio equivocado.

Desearía no haber nacido bajo esas circunstancias.

Desearía no haber vendido mi cuerpo a Lucifer...para salir del infierno.

"A"

Todos son iguales.

Lo más aburrido de vivir, es que todos son simples seres que se dejan llevar por la moral.

Esto luce genial.

Me parece de muy mal gusto eso.

El camino fácil.

Todo claro o todo oscuro.

Sentirse culpable es cosa de débiles.

Jugar con los demás, como si fueran fichas de ajedréz.

Manipular, mentir.

Conseguir lo que quiero.

Lo único que deseo es ver la vida de las personas desmoronarse en mis manos.

Cuando logras tener el poder para adueñarte de sus pensamientos y controlar su comportamiento.

No puedes parar.

No puedo parar.

Cosas manipulables a las que les puedes arrebatar su integridad.

Más que ver como dejan su ética barata de lado, me excita ver como hacen cosas horribles gracias a mí.

Los llevo al límite, les quito todo lo que los define como seres humanos decentes.

En todo juego de ajedréz hacen falta dos jugadores.

Y creo que he encontrado a quien estaba esperando.