Capítulo 8

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Sensaciones y... ¿Arrepentimientos?

Kalissa Morton.

-¡Mi niño!- grita una mujer alta, aproximadamente de mi altura, con cabello negro y ojos verdes apenas nos ve pasar las rejas de la base.

Marcus extrañamente detiene el auto al momento de verla y baja del auto.

-¡Estaba tan preocupada por ti! ¡Anoche no apareciste!- dice casi tirándose encima de él para abrazarlo.

Mientras toma su rostro en sus manos bajándolo para poder mirarlo a los ojos correctamente aprovecho bajar del auto y decidirme si interrumpir el momento para saciar mi curiosidad o irme.

La respuesta aparece sola cuando la mujer aleja su mirada de él y la pasa a mí, al tiempo que suelta uno de los lados de su rostro usando esa mano para hacerme un gesto de que me acerque.

Camino los pocos pasos que nos separan quedando entre Marcus y ella.

-Tú debes ser Morton- me sonríe- soy la mamá de este testarudo, Grace Graham- ella extiende su mano hacia mí.

Me los quedo mirando un segundo con los ojos bien abiertos, pasando mi mirada de uno al otro sin reaccionar.

¿Cómo puede ser su madre? Es tan... amable, aunque es verdad, que hay ciertos rasgos físicos que deberían habérmelo indicado previamente, además de esa mirada altiva natural que aún sonriendo no desaparece.

-Lo sé, somos muy diferentes- me dice como si leyera mi mente, ese es el momento en el que reacciono y imito su gesto.

Una vez estrechamos nuestras manos lleva su mano ahora libre hacia una de las mejillas de Marcus y la aprieta entre sus dedos como si fuera un niño pequeño. Marcus se aleja algo molesto, sin embargo es una reacción bastante amable de su parte ante el gesto.

-Puede llamarme Kalissa -le informo amablemente.

-Y tú puedes tutearme, Kalissa- me sonríe- ¿Cómo lo hicieron anoche?

-¿Eh?- me quedo petrificada hasta que Marcus interviene.

-Morton mató a alguien porque sí.

-No mientas, te salvé la vida.

-Podría haberlo hecho solo.

-Pues yo también podría haber arreglado sola la situación del evento.

-No parecía.

-¿Y tú si?

-Si.

Me giro molesta ante su respuesta y cuando vuelvo a centrarme me encuentro a Grace pasando su vista de uno a otro con una media sonrisa en su rostro.

Sonrisa que me hace acordar al hombre que tengo a mi lado. Me giro hacia él nuevamente y le extiendo mi mano abierta.

-¿Me das la bolsa? Se la entregaré a criminología.

-Es mi equipo, se la entregaré yo.

-¡Pero si yo ya me voy! No seas caprichoso.

-No lo soy- dice serio y se gira nuevamente a su madre, a quien le da un abrazo de despedida causante de la gran sonrisa de Grace en su rostro.

-Nos vemos, Kalissa- me sonríe su madre y sin que me lo espere me atrae a darme un abrazo el cual claro respondo.

No recuerdo la última vez que alguien me dio un abrazo tan cálido como este.

Me quedo así un segundo antes de que nos encaminemos los dos hacia el departamento de criminología, el cual se encuentra apartado de los demás, siendo ubicado este frente a una fuente al costado de la estructura.

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