Capítulo 28

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Croacia.

Dos noches antes del encuentro.

Kalissa Morton

La cabaña es cómoda, de hecho es muy cálida, o bueno... al menos de vista porque si hablamos literalmente los dientes me están temblando.

Como sea, hoy ha sido un buen día. Quizá haya dejado a la vista mi lado más inmaduro al jugar en la nieve de tal manera, pero ello me hizo feliz. Me recordo buenas épocas de cuando era pequeña y podía pasar horas y horas afuera jugando con mis padres y mi hermano.

En cuanto a Marcus, hoy me tiró mi muñeco de nieve, dos veces, no hubo tercera porque realmente me enojé y le dije que no dudaría en ponerlo en su lugar, sea cual sea la manera necesaria. ¡Lo que estaba haciendo era pura maldad! Y yo claro, me defendí.

Después de varias insistencias aceptó ayudarme a construir nuevamente lo que me destrozó anteriormente, y si bien lo hizo de muy mala gana lo hizo, aún cuando me confesó que nunca había hecho uno, que siempre le había parecido ridículo y que así sigue siendo hasta el día de hoy.

Ahora son casi las tres de la mañana, y aún no consigo conciliar el sueño, por suerte tengo a mis dos amigos presentes que tampoco lo logran.

Los tres nos encontramos acostados en la misma habitación, solamente teniendo una cama matrimonial y un colchón individual en el piso.

Jakob insistió en que duerma con Leia repetidas veces, sin embargo no lo acepté. Es la oportunidad perfecta para que se unan aún más, y si bien ya han dormido juntos en otras ocasiones como mejores amigos, hace unas horas me he enterado gracias a una de las chicas del clan que los ha visto besarse detrás de la cabaña cuando me han dejado sola.

El amor empieza a fluir. ¿Y en que mejor lugar que en una cabaña? Me parece algo muy romántico, la verdad.

-¿Hablaron con Abby?- pregunto.

Yo no lo pude hacer durante la mañana, cuando me desperté ya era tarde.

-Se encuentra bien, Emmett la noche anterior le llevó todo lo necesario para Catalina- Leia me contesta.

-Eso es bueno, sabemos que serán difíciles estos días sin nuestra ayuda. Tendrá doble trabajo al haber tan poca gente en la base.

-Mira- Leia se gira hacia su mesa de luz y toma su móvil.

Comienza a buscar algo en él y cuando por fin lo encuentra unos instantes después lo gira hacia mí, es una foto de Cata y Abby esta mañana.

Abby sentada sobre su sillón con Cata sobre sus piernas, ambas con unas grandes sonrisas en sus rostros debido a la mano de mi amiga, la cual se encuentra en la pequeña pancita de la bebé en una clara posición de haber estado haciéndole cosquillas.

Una sonrisa se forma en mi rostro al verlas tan alegres.

-¿La sacaste tú?- pregunto.

-La fuimos a ver antes de partir- responde Jakob.

-¡Me hubieran despertado! No he tenido tiempo de ir a verlas en una semana ya.

Y las extraño mucho, la verdad. Acostumbro a verlas todos los días, o día de por medio.

-Llamamos a tu puerta, pero no contestaste- Leia habla.

-Ah... bueno, no estaba en mi apartamento.

-¡¿Estabas con la bestia?!

-¿Por qué le dicen así? - frunzo mi ceño, ambos se miran y se encogen de hombros, decido seguir con la respuesta- De hecho, es algo regular...

-No es solamente eso- Jakob me conoce mejor que nadie, y puede notar que mis expresiones dicen algo más.

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