Capítulo 38

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Despertar.

Marcus Graham.

Abro los ojos poco a poco ante una infernal luz blanca sobre mi cabeza. Estoy en una sala de hospital, acostado sobre una camilla y cuando miro hacia abajo tengo puesto un ridículo camisón celeste de puntos blancos.

Que mierda... ¿Y yo cómo llegué aquí?

Mi vista aún se encuentra nublada a la distancia y tardo un momento en reconocer que los cuerpos sentados sobre unas sillas blancas frente a mí son los de Andrew y Ava.

Me apoyo sobre mis puños colocados sobre el fino colchón y hago presión hacia abajo con la intención de conseguir un soporte para levantarme, pero lo único que logro es que un gruñido involuntario salga de mi garganta ante el punzamiento que recae el lado izquierdo de mi abdomen.

Llevo mi mano al lugar inmediatamente por instinto y termino levantando mi camisón lo suiciente para notar que el lugar se encuentra vendado.

-¡Andrew! ¡Ava!- llamo a los dos idiotas que se encuentran dormidos roncando, uno sobre la cabeza del otro.

Ambos terminan golpeándose entre si al despertar tan abruptamente, y si no fuera por la situación desconocida en la que me  encuentro ya estaría reaccionando de manera diferente.

No tardan en notar mi presencia.

-¡Pimpollo, despertaste!- Andrew se avalanza sobre mí en un abrazo y Ava no duda en copiarlo.

No estoy de humor, ni ahora, ni nunca como para recibir tanto cariño por parte de estos dos.

Los aparto sin mucho cuidado.

-¿Qué me pasó y qué hago aquí?

Ambos comparten una mirada.

-¿No lo recuerdas?- pregunta Ava.

-¿Crees que si lo recordara te lo estaría preguntando? Pues no así que...

-Se llevaron a la Jefa- Andrew me interrumpe.

Mis ojos se abren exasperados, haciendo notar lo que está pasando por mi mente y cuerpo en este momento.

-¿Estás bien?- él intenta acercar su mano a mi hombro, pero lo aparto de un golpe en seco en el mismo.

-¡¿Cómo que se la llevaron?! ¡¿Quiénes?! ¡¿A dónde?!

Sin importarme el dolor me levanto lo más rapido que puedo, desconectando sin cuidado todo lo que tengo pegado al cuerpo.  Tengo que ir a la base. Tengo que encargarme de esto.

-¡Marcus, no! ¡Tienes que hacer reposo!- Ava me grita en un intento fallido  de empujarme de nuevo a la camilla.

-¡¿Qué haga reposo?! ¡Se llevaron a Kalissa! ¡¿En serio piensas que me quedaré sin hacer nada?!- mis nervios se encuentran a una mínima de explotar.

-¡Nos estamos encargando! ¡Lo estamos haciendo!

-¡Me importa una mierda, no me voy a quedar con los brazos cruzados!

Camino hacia la puerta de mi sala, la abro, salgo y la cierro en la cara de los dos idiotas de mis mejores amigos, sin embargo logran esquivar el golpe y salen detras de mí.

-¿A donde se la llevaron?- pregunto entre desespero, intento de seriedad y mil sensaciones más al caminar con esfuerzo.

-No lo sabemos aún.

-¿Quién se la llevó?

-No lo sabemos aún.

-¡¿Hay algo que si sepan?!- pregunto sacado mientras me giro hacia atras a verlos seguirme apresuradamente.

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