Vindicta ✓

Capítulo 26

Nota: Este capítulo tiene varios significados escondidos así como otros que claramente no :)

Exclusividad.

Kalissa Morton.

No estoy segura de que siente Marcus, es imposible saber algo con certeza con ese hombre, pero de lo que si estoy segura es de que no quiero pelear, y si bien tal vez como tal no fue una pelea, yo la sentí así. Son más que claras las razones por las que no quiero estar mal con él.

Es claro también que conozco sus debilidades y no sé si esté bien o no usarlas, sin embargo si son lo suficientemente buenas para recibir una disculpa o una media sonrisa por su parte mi tarea estará completa.

Me doy un último vistazo mientras termino de anudarme la bata negra con transparencia que me llega arriba del comienzo de los muslos.

Debajo de esta se puede ver claramente mi ropa interior roja, la cual combina con las pequeñas rosas en mi bata, en lo superior mi pelo se encuentra planchado hacia los lados, como siempre, llegandome hasta la cintura.

Sin duda, aún teniendo muchos otros atributos lo que más amo de mí es mi cabello largo y oscuro, cualquiera sabe eso, sin él no me sentiría yo.

Muy conforme con la manera en la que me veo, tomo mi móvil de mi mesa de noche y me dirijo hacia el apartamento de Marcus. En donde toco la puerta varias veces con mucha insistencia hasta que decide abrirme.

Cuando me repasa al dejarme entrar trata de no mostrar lo que le estoy causando, pero ya es demasiado tarde porque soy consciente de cada uno de sus movimientos.

-Quiero mostrarte algo- le digo acabando con el silencio que nos rodea.

-No quiero ver.

-¿Por qué? ¿Ya no te agrado?

-¿Qué? No, si...- parece confundido por un momento hasta que se recompone- no quiero ver, quiero que te vayas o que si te quedes que no molestes.

-No molestaré.

-Perfecto.

Se aleja de mí fingiendo indiferencia y se dirige hacia el sillón, yo no lo dejo y su camino queda a medias cuando con lentitud lo giro del brazo.

-Quiero mostrarte algo- insisto.

-No te detendrás hasta que lo vea, ¿Verdad?- dice llevandose la mano a la frente mientras frunce el ceño molesto.

-Sabes que no.

Suspira bajando sus manos.

-¿Qué quieres?

Sonrío para mi misma ante el triunfo.

-Sientate- le ordeno.

-Kalissa, no voy a...

-Que te sientes- le ordeno esta vez con más carácter y menos coqueteo.

Él levanta sus ambas manos en rendición y de mala gana termina sentándose en el centro del sillón tal donde le señalé.

Tomo mi móvil, coloco "Sex You" de Bando Jonez y me alejo sacándome la bata para luego colocarme de cuclillas a una buena distancia del sillón, quedando frente a él y clavando mi vista en sus ojos mientras la música comienza a sonar.

Levanto mi cabeza en uno de los primeros golpes, mientras que el que sigue lo uso para posicionar mi mano sobre mi cuerpo y pasarla desde mis caderas hasta mi cuello.

Me levanto del piso sin doblar nada, dándole una buena vista de mi parte baja al estar inclinada hacia un lado y con mis manos apoyadas sobre el elástico de mis bragas, meneo mis caderas, y puedo notar que con lo poco que he hecho hasta aquí ya es suficiente para que el trague grueso y no deje de mirarme.