Capítulo 15

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Gala "Benéfica"

Parte 2.

Kalissa Morton.

Marcus se agacha frente a la mujer y toma su mano con sutileza para apoyar sus labios sobre el dorso de la misma dejándole un ligero beso.

-Buenas noches, señorita.

La mujer lo mira en todo momento embobada.

-¡Ajam!- toso falsamente por lo bajo para llamar la atención de ambos.

-Oh, si ¿Mi collar?- la mujer se toca el cuello como si nada cuando vuelve a mirarme volviendo al tema de conversación anterior- Es única edición.

-Debe de tener mucho dinero entonces- le sonrío.

-Lo tengo- contesta con un aire de superioridad irritable- ustedes también deben de tenerlo, sino no estarían aquí- señala a su alrededor.

-Correcto- Marcus le da la razón sonriendo torcidamente y asintiendo.

Por alguna razón ese gesto se me hace mucho más atractivo de lo que debería.

-¿Ustedes a qué se dedican?

Marcus es quien contesta muy seguro de su respuesta antes que yo tenga la oportunidad.

-También soy empresario- Marcus me señala- y mi mujer es abogada.

-Bueno, tener un abogado cercano siendo empresarios siempre es bueno- bromea.

Nos reímos por compromiso hasta que yo hago la próxima pregunta.

-¿Y usted esta casada?

-Oh, no, no. Esas cosas no son para mí, prefiero el...- clava su mirada en Marcus descaradamente- aquí y allá, espero que comprendan- se ríe cuando vuelve la mirada a mí.

-Creo que lo capto.

-Mejor así- nos sonríe- ahora si me disculpan debo ir al baño de damas.

Asentimis sin embargo al irse aunque trata de disimularlo puedo notar perfectamente desde mi ángulo el guiño que le propina a Marcus al pasar por su lado.

Ni descarada.

Cuando la mujer se aleja lo suficiente no puedo evitar dejar caer mi sonrisa falsa de inmediato.

-El deber llama- él dice adelantándose y lo retengo del brazo.

-¿A dónde vas?

-A buscarla, Kalissa ¿A dónde más?

-Oh.

-¿Y me vas a soltar?- pregunta señalando con la mirada su brazo, que aún se encuentra aferrado en mi mano.

-Lo siento- lo suelto- ve...

-¿Qué fue eso?

-¿Qué cosa?

-¿Celosa, Morton?

-¿Por qué lo estaría?- pregunto a la defensiva y él se encoge de hombros.

Lo veo irse hacia donde la mujer había desaparecido minutos antes y claro, lo sigo.

Es consiente de ello pero no parece importarle mucho, sin embargo mantengo mi distancia, porque no vaya a ser que mi... no vaya a ser que se arruine la oportunidad que tenemos de conseguir la información.




Girando hacia uno de los pasillos a unos metros se encuentra la mujer.

Ni siquiera se encuentra en el baño de damas, se encuentra a plena vista apoyada contra una de las paredes posando para exhibir su cuerpo.

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