Nota: Este extra no se encuentra situado en ningún momento de la historia, solamente es un regalo navideño para ustedes <3
- Las decoraciones son perfectas - sonrío al dar una vuelta por mi departamento, está repleto de adornos, el espíritu navideño realmente está presente.
-Si- responde Marcus cuando lo miro en busca de una respuesta, al menos es algo.
Él sabe que está navidad significa mucho para mí, si bien nunca tuve navidades familiares por el trágico hecho que sucedió cuando era tan solo una niña, esta vez lo pasaré con una persona que amo, con Marcus.
Quien es el mismísimo Grinch, ya que por supuesto y como era de esperarse no se encuentra emocionado por las fechas de fin de año. Aunque siendo sincera tampoco me esperaba verlo devorando con una sonrisa y brillos. Supongo que conformarme con que lo hace por mí está bien, si, lo está.
-No te amargues.
- No lo hago, es mi cara.
Giro los ojos y me acerco hacia él, coloco mis brazos alrededor de cuello y me estiró para dejarle un suave beso en los labios.
-Estás guapo.
-Siempre- responde tan egocéntrico como solamente él puede serlo.
Vuelvo a girar los ojos por segunda vez en menos de cinco minutos, solo él lo logra.
-Quiero salir, es víspera de navidad. No deberíamos de estar aquí encerrados.
-Hay varias cosas que podemos hacer aquí encerrados, por ejemplo...
Lo detengo con un gesto de mano.
-No has terminado de decirlo, pero puedo adivinar desde aquí que seguirá alguna de tus dichosas frases sin vergüenza.
-No estás equivocada- sonríe de costado, apenas.
-No, no lo estoy- la sonrisa que le devuelvo es plena mientras acaricio la parte trasera de su cabello- ¿Sabes patinar?
-¿Me ves cara de patinador?
-Tampoco te veía cara de tipo romántico, pero ayer me regalaste unas flores...
-Las estabas pidiendo en mi cara, te escuchaba todo el día paseando te por el apartamento y diciendo "ay, como me gustaría que alguien me regale flores, alguien que empiece con m y termine en cus", no eras muy disimulada, Kalissa.
Giro los ojos.
-Yaaa, pero me podrías haber ignorado.
-¿Y luego que tu venganza llegará a ser días sin sexo? No, gracias.
Entrecierro los ojos y abro la boca en falsa sorpresa.
-¡¿Entonces por eso lo hacías?! Traidor- me alejo dramáticamente, Marcus toma mí mano y cuando giro el rostro para volver a verlo escucho una leve risa baja.
-No seas dramática, princesa, sabes que tú también lo disfrutas.
-Podria vivir sin ello.
-¿Podrías vivir sin mí?
-Aja- aseguro frente a frente con el.
-¿Sin mis caricias?
-Por supuesto- afirmo aunque no es cierto, al mismo tiempo la mano de Marcus recorre suavemente mi mejilla.
-¿Sin mis besos?- los labios de mi novio se posicionan en mi cuello, causando un escalofrío por toda mi columna.
-Es... estoy segura que si.
Marcus levanta su cabeza, un brillo se encuentran en sus ojos cuando me observa y puedo saber lo que piensa, y aunque me encanta la idea, no es el momento, quiero salir a disfrutar.
-Haremos compras navideñas.
-¿Qué? No. No volveré a entrar a una tienda contigo, te compras de todo y tardas una eternidad.
Bueno, tiene razón. Plan B.
-Entonces solo a caminar.
-No quiero.
-Amargado.
-Caprichosa.
-Al menos no soy una amargada.
Logré convencer a Marcus. Caminamos por la nieve y nuestras huellas quedan marcadas en ella, es algo hermoso, el cielo se encuentra estrellado y para hecho para nosotros, para construir un momento perfecto.
Me quedo quieta, Marcus se adelanta unos pasos y para cuando se detiene yo ya tengo formada una bola de nieve en la mano que no tardo en arrojar hacía su hombro.
-¡Ey!
-¡En el amor y la guerra todo se vale!
El rostro se le ilumina, y eso me aterra. Por dios, ¿Qué se le habrá ocurrido?
Pocos segundos después me encuentro tirada en el piso, no de manera sexual, sino atrapada mientras Marcus llena mi abrigo de nieve.
-¡No es justo!
-¡Me diste por la espalda, tramposa!
No puedo creer que esté jugando con Marcus en la nieve, no puedo creer que el mismísimo Grinch esté jugando conmigo.
Me río, una carcajada brota de mí mientras intento levantarme, no puedo, así que tomo nieve de mi derecha y se la arrojo.
-¡Anda, vete amargado!
-¿No querías nieve, princesita?
Niego varias veces. ¡Claro que quería, pero con ventaja!
Marcus se ríe y se levanta, a continuación me da la mano para ayudarme a pararme y una vez listos los dos seguimos caminando. Nuestras charlas fluyen, mi emoción por compartir estos momentos con el crece y me siento agradecida de haberlo encontrado en ese pasillo. Lo amo, realmente lo hago y cuando lo observo me quedo fijada, como si no pudiera despegar mi vista de él, como si el fuera el único para mí, porque lo es. Marcus es a quien amo.
Nota: Extra corto de navidad, pero quería darles algo, después de todo lo que sufrió Kalissa se merecían leer algo bonito ( no olviden que Vendetta el segundo libro de esta historia está disponible en mí perfil)
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Vindicta ✓
ActionKalissa Morton y Marcus Graham, dos líderes de diferentes clanes con un mismo objetivo en común. ¿Qué pasará cuando se encuentren peleando por lo mismo? ¿Serán lo suficientemente sabios y fuertes para atravesar los conflictos que los acechan y evi...