April Bennett
El vestido me quedaba corto a cuatro dedos arriba de la rodilla de color beige, tenía flores y hojas color celeste por todo el vestido en una hermosa decoración con una abertura en mi espalda. Las mangas eran largas y transparente mostrando mi piel, con algunas de esa decoración bajando desde mi hombro hasta el final de la manga, la manga era holgada desde la mitad de mi codo a inicio de mi muñeca. Al frente tenía una gran V mostrando la piel y la división de mis pechos, a simple vista parecía que me encontraba vestida solo con ceda y flores celeste pero dentro del vestido tenía una tela beige que se mezclaba con mi piel a la perfección sin mencionar que era ajustado.
Trague saliva mientras bajaba con cuidado aquellas escaleras evitando caer mientras me dirigía a la puerta para abrirle a mi cita que había tocado el timbre. Agradecía que mis primos no se encontrarán pues no quería una discusión con ellos.
Ethan.
Vestía de traje azul marino con una cornada roja en su cuello y una camisa blanca por dentro que parecía que iba a explotar, su pantalón era ajustado del mismo color con unas zapatillas de cuero blanco que le daba un aire de comodidad al igual que elegancia.
Orgasmo visual.
— Te ves — Me sentí desnuda ante su mirada sobre mi cuerpo, mi pulso se acelero cuando sus ojos quedaron en la piel expuesta de mis pechos — hermosa.
Mordí mi labio admirando la oscuridad de sus ojos.
— También te ves precioso — no iba a mentir.
Me mostró una sonrisa sexy ladina que altero de nuevo mis sentidos.
— Lo sé, es natural — rodee los ojos ante su gran ego.
Me tense cuando dio un paso acercándose a mí, rodeado su brazo por mi cintura pegándome a su firme cuerpo.
— Me tientas — mordí mi labio y reí gustosa de su ronroneo.
— Vamos a cenar — le di un casto beso y le agarré la mano directo a su coche.
La idea de tentarlo me parecía fabulosa.
En todo el camino sentí sus ojos sobre mí, en ocasiones era inevitable no apreciar su belleza por lo que al girar a verlo me encontraba con su mirada y descaradamente me sonreía. Ambos nos comemos con la mirada y aunque deseaba quitarle ese traje, la noche era muy joven y necesitaba controlar mis deseos antes de que cometiera una locura. Llegamos al restaurante, una vez fuera del coche todo mi cuerpo se estremeció cuando sentí su mano entrar por la abertura de mi espalda tocando sin tapujos mi piel desnuda.
¡Oh Dios!
— Buona serata — dijo el valet barking tomando las llaves del auto dándome una sonrisa antes de girar el coche.
— Puedes no hacerle ojitos a todos.
— ¿Disculpa?
— Te perdono — me susurro y quise darle con mi cartera pero me mordí la lengua cuando bajo sus manos tocando casi mi trasero.
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Un Jefe Idiotamente Sexy ©✔[ Heir#1]
Teen Fiction[EDICIÓN] Mi antigua jefe era todo lo positivo del universo pero todo empezó cuando la empresa cambió a manos del hijo. Él era un demonio sexy, egocéntrico, bipolar y egoísta que podía existir en el planeta. Desde el instante en que nuestros ojos se...