Un Jefe Idiotamente Sexy ©✔[ Heir#1]

*Capítulo 50*

{Ethan Collins}

Estoy consciente de que cometí una estupidez al decir aquello pero tampoco me era fácil controlar mis emociones de la noche a la mañana, estaba aprendiendo a vivir con mis impulsos ocultos por ella pero mi orgullo y carácter me ganan. No me exprese de la mejor manera con ella, ante el estrés acumulado junto a mis malditos celos era una mezcla fatal la cual me hizo decir cosas que en realidad no sentía.

"Eres testarudo" pude escuchar la voz de mi padre.

Quise retractarme de lo que había dicho pero no era el momento indicado, no cuando mi mente quería explotar por tantas cosas y ambos debemos ser profesionales, y dejar nuestros sentimientos de lado. Por ello preferí mantener mi boca cerrada hasta encontrar el momento indicado para charlar. April era el tipo de chica que se valía por sí misma, eso quedó claro el día que me enfrento sin tener que perder su empleo y claramente no lo haría puesto que su carácter fue algo me llamó la atención en ella.

En ningún momento mientras subía los escalones quite mis ojos de su cuerpo. Cuando la vi sentada junto a la ventana me mantuve firme, la imagen de Mario llegó a mi cabeza y su mirada sobre mi chica como si fuera un pedazo de carne y ella complacida con su atención.

— Amigo ¿Qué tienes para que todas caigan rendidas sin mover ningún músculo?

— ¿Ser atractivo y millonario? —Le escribí un mensaje a Victoria.

— Bueno esa chica quiere contigo — lo ignore — ¿por qué no la invitas a cenar?

Levanté mis ojos levantando una ceja sintiendo las ganas de golpearlo para que se callara.

— ¿Para qué quieres que hagas eso? — inquirí lo que me sonrió con malicia.

— ¿Tienes alguien que te ate para no hacerlo? — entre cerré mis ojos por unos segundos, él espero mi respuesta pero me digne a volver mi ojos a la pantalla de mi celular y chasquee mis dientes.

— Deja de fastidiar, si tanto la quieres ve e invitala tú. No tengo tiempo para el romance.

Adam sabía cómo tocarme los cojones y lo hacía cuando le placía puesto que era normal que cualquier pequeña cosa en la vida me hiciera estallar. En ocasiones me pregunto cuales son las verdaderas intenciones de ese hombre puesto que nunca sabré con antelación lo que sale de su boca.

Hice enviar una última notificación cuando él me arrebató el celular de las manos.

—¡Oye! — musité e hice quitarle mi móvil pero él se inclinó hacia tras — no ses infantil Martínez.

— El que actúa como un niño entre los dos, eres tú — levanté una ceja — Deja esa estupidez, y ve con ella — me recosté sobre el respaldado girando a ver por la ventana soltando un suspiro —  cuando dije que la invitas a salir, era para que dijeras lo que verdaderamente sientes. No para que vengas a decir que no tienes tiempo para el romance. Amigo, eso fue caer bajo y déjame decirte que April no te va a esperar con los brazos abiertos todo el  tiempo y, si sigues comportándote así;la vas a perder.