Un Jefe Idiotamente Sexy ©✔[ Heir#1]

*Capítulo 22*

Como ven los capítulos van a estar un poco — no desordenados — diferentes de como estaban antes con los números diferentes pero les avisó de una sola vez que se trata de las ediciones y por ello lo deben preocuparse porque el orden está bien.

También quiero decirles de buena manera que eviten hacer comentarios ofensivos a los personajes porque no voy aceptar que los sigan tratando mal porque no quiero seguir borrando mensajes con tales comentarios tirándoles por la madre, HDP... etc. Creo que desde el principio les pedí respeto y siempre lo pido en todas mis historias así que se los vuelvo arrepentir porque no solo los ofenden a ellos sino que también a mí. Sino te gusta la historia puedes retirarte y si amas a los personajes gracias por leer❤

Pd: Los estoy arreglando por lo que verás algunas partes repetidas y si no entiendes puedes esperar hasta que termine de editar para seguir leyendo.

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April

Miraba mi reloj cada cinco segundos suplicandole al chofer del taxi que me llevará al hospital lo más rápido que podía. Mordí mi dedo impaciente, nerviosa sin saber que hacer para controlarme después de haber recibido aquella llamada que bajo completamente mis animos. Mis nervios me consumían poco a poco y la desesperación hacia que tuviera ideas equivocadas imaginado que perdería a mi madre. En ese instante me había quedado pálida seguramente ante aquella noticia y sin pensarlo dos veces corrí fuera del edificio. Maldecía no al chofer, sino al coche que no quería dar más para llegar al hospital y las palabras del taxista diciéndome que me calmará no ayudaban.

— ¿Si?— respondí algo nerviosa al ver de quién se trataba.

— ¿Señorita April?— trague con dificultad y asentí dandome un golpe pues la mujer no podía verme.

— Con ella habla — mi corazón estaba más que acelerado y sentí mi estómago reviento gracias a los nervios que se estaban poniendo de punta.

— La señora Bennett sufrió un pequeño ataque — mi corazón se detuvo — los doctores le acaban de administrar calmantes para tranquilizar sus dolores como también su cuerpo.

— Ella esta bien — no quería llorar pero el nudo en mi garganta no me lo hacía fácil.

— Lo está si tiene más preguntas le pedimos que venga al hospital ya que el doctor a cargo le dará toda la información que necesite.

Saqué como pude el dinero y pagándole al señor salí lo más rápido que pude el vehículo y entré al edificio corriendo en busca de la mujer que me dio a luz. Muchos tenían sus ojos sobre mi mientras corría en los pasillos con el corazón en la boca. Con mi respiración acelerada abrí la puerta de la habitación de mi madre quedándome con un pinchazo en mi pecho al ver la cama completamente vacía. Mi corazón bombeo más rápido, mando sangre más rápido de lo normal y si seguia así me iba a dar un dolor de cabeza o iba a quedar en el suelo mareada.