Un Jefe Idiotamente Sexy ©✔[ Heir#1]

*Capítulo 62*

{April}

¿Qué pasaría si te llega la noticia de que la persona que más amas en este mundo tiene el tiempo limitado?

En ese momento cuando aquella noticia se impregno en mi mente, me quede paralizada sin mover un músculo, sin reaccionar como la mujer que llora desconsoladamente sobre el suelo por su hermana. Mi mente estaba nublada como si todas las personas y sonidos a mi al rededor hubieran desaparecido en un segundo. El dolor en mi pecho es como si siempre hubiera existido pero es como si fuera una bomba de tiempo que esta por explotar en cámara lenta y a decir verdad, ese instante que mi cuerpo dejo de funcionar, supe en carne propia que es asfixiarte con tu propio oxigeno sin necesidad de ello ya que tu cuerpo en sí, funciona correctamente.

Mi madre va a morir

Ya decían que el arrepentimiento es el peor sentimiento que puedes tener en toda tu vida, claramente en mucha ocasiones no lo creí, hasta en este momento. Di todo de mi al trabajo para mantener a mi madre con vida, hice lo posible para tener dinero y ayudarla, pero ¿qué sentido hubo? estos últimos meses no compartí con ella como debí hacerlo, me sumí en mi vida laboral y amorosa que olvide el tiempo que me estuvieron regalando, porque sin saberlo la estaba perdiendo lentamente y la idea me derrumbo como nunca antes creí.

No debes sentirte mal. Estuviste con ella todo este tiempo.

Comprendí que mi reacción fue normal, sin embargo cuando reaccione y volví a respirar y aquellas palabras se hicieron claras en mi mente todo se puso negro y mi cuerpo dejo de funcionar por completo.

El día estaba de lluvia, podía ver desde la ventana de mi habitación las gotas de agua bajar por el vidrio de mi ventana. Escuché la voz de mi madre y corrí a ella, está tenía un suéter azul que le combinaba con sus ojos, su cabello castaño con sus ondas bien peinado. Me mostró una sonrisa que mostró sus dientes perfectos. Mi madre me abrazo lo que también lo hice pero con más fuerza puesto que no quería que se marchara a trabajar y me dejara en casa con la mujer a mi cuidado, tenía nueve años y entendía que mi madre debía irse para sustentar la casa; sin embargo ahí estaba de caprichosa.

Debí ser mar caprichosa.

Abrí mis ojos de golpe, limpie las lagrimas que salen de mis ojos y me incorpore dándome cuenta que estaba sentada en una camilla de alguna habitación del hospital. Arrugue la nariz cuando sentí el olor a alcohol como a otros medicamentos que lograron revolver mi estomago. Mis ojos se quedaron clavos en mi reloj de muñeca con la hora detenida ya que horas atrás había dejado de funcionar. En ese instante, ahí sentada en la camilla me solté a llorar en silencio mientras abrazaba mis piernas y hundía mi rostro en ellas. Solloce en silencio evitando que las personas que pudieran pasar en el pasillo supieran sobre mi trágico estado y menos mi familia.

Ahora comprendo porque mi reloj dejo de funcionar.

Cubrí mi boca lo más que pude entre mis piernas, el pecho me estaba doliendo demasiado y no sabia qué podía hacer en ese momento porque sentía que el mundo se venia contra mi con todo su peso y el sentido de la vida se estaba perdiendo poco a poco en el fuerte dolor en mi pecho cuyo corazón estaba por ser escupido. Hipé, ¡Dios! mi mamita esta muriendo, mi madre no seguirá a mi lado. Se supone que ella tendría que seguir a mi lado por más tiempo, se supone que ella me vería caminar al altar algún día y jugaría con sus nietos.