Un Jefe Idiotamente Sexy ©✔[ Heir#1]

*Capítulo 25*

{APRIL}

No podía creerme la estupidez que había cometido pero ya no había marcha atrás. Acepté salir con el hermano de mi jefe el cual solo resultaría ser la carnada para el pez más gordo ¡Dios! Iba a jugar con fuego aunque no me iba a lamentar del resultado pues de una o de otra forma necesitaba salir de esto. Tammy me convenció y ella estaba más que feliz pues su idea se había formado en un plan cuando él se acercó a nosotras y me lo pidió. No me gustaba jugar con los sentimientos de nadie, por esa razón me alejé de Marcos ya que me conocía lo suficiente y no me iba a forzar a sentir algo por alguien porque quería que fuera normal. Tammy tenía la loca idea de que en realidad Ethan me miraba como una mujer y no como su simple asistente, no me lo creía pues ya había vivido y escuchado cosas que me resultaba hirientes; mas me daba las esperanzas de que con esas actitudes quizás no iba a ser la única dañada. El pobre e ingenuo hombre cayó en mi mentira pues apareció en el momento en el que mi mejor amiga me comentaba de su ideas para que yo llegará a mi jefe y como si el destino lo quisiera así, me lo propuso y acepté.

— Ethan lo sabe — quise saber ocultando la verdadera razón — soy su secretaria y veo que no se llevan bien.

— Él está de acuerdo con esto — sonrió y respondió con seguridad — yo mismo se lo dije, en realidad vengo de su oficina.

Sentí un golpe en mi pecho pues tenía la ilusión de que no lo supiera, pero en realidad estaba al tanto de todo y aceptaba que tuviera a otro hombre en mi vida que no fuera él.

¿Por qué le habría de importar?

Me hubiera gustado que fuera otro hombre de cabello negro y ojos grises que me invitará a salir; no obstante, ese no fue el caso esta vez y no sabía si seguir con el plan de la rubia o seguir como si nada hubiera pasado, salir con Jerry y conocernos como amigos y entablar una linda amistad. Por ende, haré las cosas a mi manera donde pueda proteger mi corazón y no salga herida como años anteriores.

Suspire cansada mirando la hora en la computadora frente de mí. Faltaba poco para salir lo que me decía que las pocas horas que faltaban iban hacer una eternidad pues iba a desear que concluyera para volver a casa. Levanté la vista cuando escuché la punta fina de los zapatos de alguien los cuales sonaba firmes contra el piso y pensé que se trataba de Miller pues estaba de viaje fuera de la ciudad y creí que estaba de vuelta hasta que noté esos ojos verdes los cuales se conectaron con los míos inmediatamente. La rubia de detuvo cuando me reconoció, bufo algo y mostrando una sonrisa en sus labios camino hasta mí con la frente en alto más no quite mis ojos de los suyos.

Amanda  traía una falda ajustada al cuerpo de color gris, tres dedos arriba de la rodilla con una abertura en una de sus piernas, tenía una camisa de color crema faldada con el primer botón desaprovechando mostrando un poco de su piel, sostenía un bolso pequeño en su brazo y tenía su cabello rubio suelto. La chica me mostró una sonrisa socarrona y quise levantarme y quitársela más suspiré hondo.