Apreté la tela del vestido sobre mis piernas e intenté tomar el valor suficiente y evitar sentirme tan nerviosa en una mañana tan preciosa como estaba ese día. No tenía intenciones de matarme a mi misma, había hablado con la tía Lily hace unos minutos atrás y me comunicó que vendrían unos doctores por fuera para revisar a mamá. Cosa que creí tonto pues se suponía que todos los hospitales tendrían que tener doctores capaces para enfrentar situaciones por las que mi madre estaba pasando.
¿Le habían diagnosticado cáncer solo por, así nada más?
Era lo que me preguntaba todo el tiempo, en ocasiones creía que ellas me estaban ocultando cosas pero cada vez que deseaba saber solo evadían la pregunta. Claro que lo notaba, pero cada vez que intentaba conversar con su doctor encargado se encontraba ocupado con otro paciente, entonces ¿cómo podía no pensar mal? ¿Y si me estaba evadiendo porque Gina se lo pidió?
No entendía muchas cosas.
Gina estaba despierta recibiendo medicamentos para calmar los dolores. Pero sabía que era demasiado para ella.
Acaba de salir del hospital y ya deseo volver para estar a su lado.
El silencio del motor hizo que saliera de mi burbuja. Uní mis cejas viendo todas las personas que se encontraban fuera de aquel edificio totalmente preparados para esta ocasión. Reporteros dispuestos a conseguir información y la primicia para llegar a la cima. Volteé mi cabeza hacia un lado tapando mi rostro con mi mano cuando el flash de una cámara se asomó de la nada en la ventanilla de la puerta.
Escuché el ruido de afuera, el bullicio de toda la multitud reunida para presenciar a los empresarios. Por un momento escuché claramente las voces, Ethan había salido del auto y seguí sus movimientos mientras todas las chicas gritaban eufóricas a todo pulmón el nombre del pelinegro. Ethan se acomodó su saco, llegó hasta la puerta y la abrió extendiéndome la mano.
Me quedé por un momento sintiendo esas miradas de diferentes colores sobre mí. Escuchar a las mujeres decir que amaban a Ethan fue algo incómodo pero a la misma vez mientras aceptaba su mano para ponerme a su lado, me hizo sentirme la mujer más afortunada de la historia.
Todos los reportaron empezaron a sacar las fotografías.
— ¿Lista? — pregunto sin separar sus ojos grises de los míos.
Asentí dándome mi mejor sonrisa empezando a caminar a su lado por esa alfombra roja. Tragué saliva sintiéndome algo pequeña ante las tres personas frente de nosotros los cuales se nos habían quedado viendo desde que bajamos del coche. En la mirada de la mujer y de los dos hombres no decían nada, pero fue extraña tener más atención de la necesaria.
Les di un saludo de asentimiento de cabeza, Ethan también los saludo pero con palabras sin molestarse en detenerse. Le suplique al cielo mientras entraba al edificio y desde que empecé a caminar, que mis pies no pisarán el borde del vestido y me hicieran caer en frente de todas personas y más para aquellas que nos estaban viendo en vivo.
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Un Jefe Idiotamente Sexy ©✔[ Heir#1]
Teen Fiction[EDICIÓN] Mi antigua jefe era todo lo positivo del universo pero todo empezó cuando la empresa cambió a manos del hijo. Él era un demonio sexy, egocéntrico, bipolar y egoísta que podía existir en el planeta. Desde el instante en que nuestros ojos se...