Un Jefe Idiotamente Sexy ©✔[ Heir#1]

*Capítulo 40*

{APRIL}

Me quedé totalmente de piedra simplemente viendo aquellos ojos grisáceo los cuales esperaban una respuesta de mi parte la cual no sabía ni que decir. Segundos atrás me estaba reprimiendo estos sentimientos creyendo que era la única en esa loca historia que se encontraba inventando sentimientos que nunca iban a pasar. Pero como siempre Ethan hace que todo lo que en alguna vez creí desaparezca y el aparezca como si fuera dueño de todo.

Me había tomado por la guardia baja.

Él quería estar conmigo

Quizás solo era uno de esos sueños donde aparece tu crush diciendo cuanto te ama y los deseos que tiene en estar contigo, casarse hasta tener miles de hijos. Aunque también podría ser ese momento cuando sales de tu mundo entrando a la burbuja en tu cabeza imaginando miles de escenas románticas las cuales al fin de cuentas solo fueron falsas alucinaciones.

Pero era realidad ¿cómo lo sabía? Pues me había mordido sin que el hombre frente de mi se diera cuenta.

— Ethan, yo...—

— No digas nada April, comprendo que tu relación con Jerry es mucho mejor que imaginar estar con un idiota como yo.

Ethan hizo el ademán de alejarse pero agarré su mano lo que me volteó a ver algo sorprendido.

— No tengo sentido por él — vi un brillo en sus ojos que no pude descifrar — aceptó que eres un idiota — sonrió de lado lo que sentí un golpe en mi pecho al ver tan maravillosa sonrisa — pero solo salí con Jerry porque bueno el me invitó, no soy tan mala amiga.

Soltó mi mano volviendo agarrarla esta vez él y se sentó a mi lado, lo que hizo que su cercanía me volviera afectar. Ya me resultaba su tacto electrizante para sentir miles de emociones al tenerlo de nuevo tan cerca.

— Entonces no tienes sentimientos encontrados por él — negué y su sonrisa se ensanchó.

— Admito que es atractivo — su sonrisa desapareció — pero mi corazón le pertenece a alguien más.

No supe que sentir en ese momento pero sentí que me quedé de aire de nuevo cuando sus ojos bajaron de mis ojos a mis labio. Su tacto en mi mejilla hizo que sintiera esa electricidad despertando mis nervios, arrastró su mano hasta llegar detrás de mi cabeza acercándome a él.

— ¿Y ese tal Marcos? — preguntó en un susurro cerca de mis labios — ¿es tu novio? ¿Es el dueño de ese corazón que mencionas?

— Es solo un amigo — respondí sintiendo su nariz rozar contra la mía — mi corazón tiene un dueño muy idiota.

Ethan sonrió de lado mostrando sus dientes y sin tardar un segundo más estampó sus carnoso, cálidos, rosados labios contra los míos. Le respondí con toda la necesidad pues de nuevo estaba probando aquellos labios que me habían dejado querer por más, pero que lo aguante para no ser juzgada por nadie.