Un Jefe Idiotamente Sexy ©✔[ Heir#1]

*Capítulo 58*

— ¿Qué? — Ethan miró desconcertado la carta y luego volteo a verme.

Ver aquella expresión en su rostro me afectaba, antes de llamar a su puerta creí que podría terminar esto sin ningún problema; sin embargo al escuchar su voz me di cuenta que seguía siendo la misma April cuyo corazón seguía latiendo desesperadamente por ese hombre que, no solamente salvo mi vida, sino que fue mi refugio en varias ocasiones y que me lastimaba saber que, a pesar de lo destrozada que me encontraba, él seguía siendo el hombre del que me había enamorado.

Es normal.

Los sentimientos no se pueden borrar de la noche a la mañana sin importar cuanto intentes.

Me lastima saber que soy la única afectada en todo esto porque, yo sí lo amaba.

Y la imagen de él con otra, me consume lentamente cada vez que intentó reprimir mis sentimientos.

Respiré hondo tratando de mantener mi postura firme.

Cuando estuve su edificio y me derrumbe en el elevador, no tarde dos minutos cuando me puse de pie y trate de controlarme porque no podía dejar que un hombre me hiriera.

Nota mental: No te vuelvas a enamorar.

Él no te ama.

— Estoy sumamente agradecida por el apoyo que me dio el Señor Collins al contratarme como su secretaria y de igual forma, mantenerme a su lado todo este tiempo a pesar que se guía siendo inexperta en el campo — no mentía, gracias a ellos aprendí mucho — pero no puedo seguir trabajando en la empresa por asuntos personales.

El salón se lleno de un incómodo silencio. Sin decir una palabra más hice el ademán de girarme e ir a la puerta para salir de la oficina y con ello terminar lo que había decidido hacer de una vez por todas; no obstante, en el proceso me sorprendió ver al rubio de Adam sentado en el que lo sofá a mi lado — cosa que cuando entre no me di cuenta de au presencia — sin decir una sola palabra, con sus ojos azules abriertos algo sorprendido, con su cuerpo algo rígido en la posición en la que se encontraba sentado.

No le dije nada pues la verdad él era el mejor amigo de mi novio y no dudaba que él sabía que Ethan me era infiel.

Odiarlo, no era la palabra exacta.

Resentida. Sí, en el confiaban ciegamente

— Espera — me quedé de piedra ante su orden.

Mi corazón se paralizó al sentir su mano en mi hombro y mi cuerpo reacciono de una forma que no deseaba cuando este me hizo voltear para tenerme de frente.

No, no podía tenerlo de frente.

— Si es por lo que paso, no puedes incluir a sustos personas con los laborales. Se bien que eres profesional y no puedes renunciar por algo como eso.