Respira.
Ella estará bien
Ella está bien.
Ella está sana, sentada en el sofá comiéndose una fresa.
Tranquila.
Todo estará bien.
Era lo único que pensaba para poder calmarme. Estaba nerviosa, asustada y sabía que no podía seguir soportando todo esto aunque en mi interior comprendía que lo tenía que hacer por la mujer que amaba y me dio a luz. Mi madre asistió a sus tratamientos como lo dijo el doctor y todo iba bien por lo que sabía así que ¿qué la hizo desmayarse? No sabía pero teníamos que encontrar una solución lo antes posible. Gina era mi madre, mi maestra y ahora me tocaba ser la hija vuelta madre para ella.
En todo ei camino mis uñas habían sufrido gracias a mi preocupación pero eso no era lo importante ahora. Llegamos al hospital y me quité el cinturón.
— Gracias por traerme — dije y salí del auto corriendo directo al hospital buscando a mi madre.
Como pude corrí con toda la velocidad que me daban mis pies el piso estaba resbalóso y los tacones que tenía puesto no me ayudaba mucho. Me apoyé de golpe del escritorio de la enfermera la cual dejó de ver su computadora para verme.
— Busco a Gina Bennett — dije como impuls.
— ¿A que hora llego?
— No lo se ... hace unos minutos.
La mujer volteó a ver su computadora buscando las respuestas de la mujer que me había dado vida y solo esperaba que ya estuviera aquí.
— En este momento la señora Bennett está siendo atendida, así que puede esperar hasta que el doctor terminé.
Asentí y aunque seguía intranquila estar en un hospital no me ayudaba en nada. Después que me diera la habitación de mi madre me senté en las bancas que estaban en el salón y traté de tranquilizarme pero mi cuerpo no dejaba de temblar y mis nerviosa estaban de punta no podía calmarme aunque quisiera hacerlo.
— Por fin te encontré.
Al levantar mi mirada me encontré con unos iris grisáceos que me hacían tener diferentes sentimientos extraños los cuales luchaban si odiar al sujeto o quererlo.
Quererlo de verdad dije eso.
— ¿Que haces aquí? — no comprendía que hacía dentro del hospital frente de mí.
—Bueno, dejaste tu bolso en mi auto — Ethan me extendió su brazo mostrando el bolso en su mano. Suspiré y coloque mis manos sobre mi rostro por la vergüenza al ser tan tonta y descuidada.
— Descuida a todos nos pasa — tome mi bolso y de nuevo me encontré con esa bella sonrisa que hoy estaba viendo en él.
Este tipo me estaba confundiendo.
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Un Jefe Idiotamente Sexy ©✔[ Heir#1]
Teen Fiction[EDICIÓN] Mi antigua jefe era todo lo positivo del universo pero todo empezó cuando la empresa cambió a manos del hijo. Él era un demonio sexy, egocéntrico, bipolar y egoísta que podía existir en el planeta. Desde el instante en que nuestros ojos se...