28; la sacá de chucha del año + la casita del Jaemin 🥰🤬

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Hoy había sido un día relativamente normal, ninguna pelea en el patio, ningún carnereo, nadie se sacó la chucha, ni tampoco hicieron un partido en el recreo.

Lucas estaba en el paradero, le tocó educación física así que estaba medio agotado, agradece mucho tener bastante resistencia en su cuerpo, su amigo YangYang había quedado pa' la corneta después del test naveta.

Me salió rima kieeee.

También agradece que no esté tan caluroso como otros días.

— ¡Oiga, que está haciendo! —.

El grito lo tomó por sorpresa, por reflejo se dió media vuelta, era una niña como de su edad, al lado había un señor mayor que la miraba atentamente.

Ella, con una cara de enojo, se movió más al frente, el viejo hizo lo mismo, y ahí Yukhei se dió cuenta que estaba pasando, el degenerado le estaba tocando el poto.

— ¡Oye, déjame! —.

— No grite, si no le estoy haciendo nada, mijita. —.

El acto le causó tanta repulsión que se acercó rapidamente y los separó.

— Vire de acá si no quiere que le saque la shusha. — le dijo el Lucas y escondió a la niña detrás de él.

El viejo se rió.

— ¿Tú me vai' a pegar? Anda a lesiar a otro lado, cabro chico. — intentó alejarse, pero el Lucas fué más rápido y lo agarró de la polera.

— Toi' hablando en serio, hermano. — le daba más furia el hecho de que el weón actuara como si nada hubiera pasado y que la niña estuviera temblando asustada — Pídele disculpas, ahora. —.

— Ya, suéltame. — intentó zafarse del agarre pero no tenía escapatoria, no por nada Lucas había ido dos años al gimnasio.

— ¡Pídele disculpas te dije, maricón culiao! —.

La gente se empezó a acercar para sapear, obviamente.

La niña cada vez se sentía más cohibida.

— ¡Suéltame, pendejo! —.

— ¡Te voy a sacar la conchetumare si no lo hací', degenerao' culiao! —.

El weón se quedó callado por un rato, seguía intentando soltarse.

— ¡Ayuda! — gritó el viejo.

Y ese fué el colmo de Lucas.

Lo tiró brutalmente al suelo, y le pegó una patada en las costillas.

— ¡No te hagai' la víctima, coshino culiao! —.

Le pegó otras tres patadas más, luego se tiró encima y le pegó un cornete bien dao'.

— ¡Respeta a las mujeres, sapo y la conchetumare! —.

Dos hombres más se acercaron e intentaron alejarlo del tipo que sangraba en el suelo, fué difícil pero se pudo.

— ¡Pa' la próxima te va a ir peor, hermano! — soltó y se dió media vuelta a ver a la niña.

Ella estaba ahí aún, con cara de trauma, le dió pena.

— ¿Cómo estai'? ¿Te hizo algo más? —.

Los tipos se fueron, la gente se alejó de a poco y el viejo como pudo salió arrancando de ahí.

— No, estoy bien, creo. — se quedaron mirando un buen rato, la niña no aguantó más y se puso a llorar.

Lucas la abrazó y la dejó llorar en su hombro todo lo que quiera.

Liceanos por obligación // NCT chilensis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora