— ¿Qué hace éste en nuestra casa? — Kun preguntó al llegar al living.
— Tú papá vino a hablar con nosotros, hijo, toma asiento. —.
Rodó los ojos e hizo lo pedido, estuvo mucho rato con sus primos jugando en la Nintendo Switch de Yizhuo, había bajado solamente para buscarles alguna cosita para picar porque conocía mucho a los chiquillos, ellos eran muy flojos para hacerlo ellos mismos.
Pero ahora no podría ir él, ojalá la conversación no tome mucho tiempo.
— ¿Cómo estás, hijo? —.
— Bien. — contestó a secas, le cargaba escuchar esa palabra viniendo de él — ¿A qué vino, entonces? —.
— Ah, sí, ehm, estuve hablando con tu madre, me contó que ha trabajado todos estos años para poder pagar tu carrera universitaria. —
— Sí po', ella realmente se preocupa por mí, ¿qué tiene? —.
— Nada, quería decirles que voy a dar todo el dinero que corresponde a la pensión y aparte, un monto que estuve guardando desde hace un par de años. —.
— ¿Y usted cree que necesitamos su granito de arena? Discúlpeme, pero ya es bastante tarde para darnos su ayuda. —.
— Son diez millones de pesos. —.
Madre e hijo se miraron, les pareció extremadamente rara la situación.
— ¿Cómo? —.
Hangeng suspiró.
— Cuando cumpliste cuatro años, mi madre me dijo que quería que tú fueras el heredero del negocio familiar, así que debía priorizar tus estudios, aunque nunca le dije a nadie que estaba ahorrando para eso, ellos creían que teníamos una relación muy cercana y que te iba a malcriar con un montón de juguetes o con lo que sea que me pidieras, pero en realidad ya nos estábamos separando con tu mamá, y sabía que ustedes no aceptarían mi ayuda. —.
— Obvio que no, saqué adelante a mi hijo yo sola. —.
— Lo sé, Jia, eres una mujer fuerte, por eso no impediré que nuestro hijo use tu dinero para estudiar, no puedo hacer eso, tu esfuerzo es el que está ahí, mi idea es que estos diez millones de pesos sean para otro tipo de planes a futuro. —.
— No quiero tu plata. —.
— Entiendo, pero la cuenta ya está creada, toda esa plata está a tu nombre. —.
— ¿Qué? — Kun se levantó — ¿Qué es lo que quiere usted? ¿Qué lo perdone? ¿Cree que soy fácil de comprar? —.
— Hijo, no te estoy comprando, este dinero te corresponde porque yo lo quise así desde un inicio. —.
— Oye, Kun, dijiste que ibai' a buscar las papas y nunca volvist-... perdón. — Chenle se disculpó.
— Tranquilo, mi niño, no pasa nada. — Jia le sonrió.
— Hola, Chenle, se me había olvidado que no estás viviendo en tu casa. — Hangeng habló y Kun lo miró mal — ¿Cómo va todo? —.
— Eeeeh bien, supongo... ¿Y para usted? —.
— Normal, fome, vida de adultos. — rió — ¿Oye y tú sigues con eso de que te gustan los hombres? —.
— Hangeng. — Jia le llamó la atención.
— Claro que sí, tío, es mi orientación sexual, no una moda, aparte, tengo pololo y me lo tomo en serio. —.
— ¿Y cuándo se lo presentas a la familia? Me gustaría conocerlo. —.
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Liceanos por obligación // NCT chilensis.
Fiksi PenggemarNo se te vaya a ocurrir faltar a clases un día, porque te puedes perder de mucho. Dos weones se agarran a combos, hacen guerra de galletones, alguien hace la cimarra, suspenden al mateo del curso, el más flojo se saca un 7, algún aweonao se saca la...