No se te vaya a ocurrir faltar a clases un día, porque te puedes perder de mucho.
Dos weones se agarran a combos, hacen guerra de galletones, alguien hace la cimarra, suspenden al mateo del curso, el más flojo se saca un 7, algún aweonao se saca la...
NOTA ANTES DE LEER: Todo lo que esté en cursiva son voces através del celular de Jungwoo.
Perdonen la demora y disfruten la lectura.
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Siete y media justas, Jungwoo puso una silla frente al escritorio de su pieza, dejó su taza de café con leche y pan con queso derretido sobre ella.
Acomodó su celular sobre el mueble y se metió al grupo de whatsapp que tiene con su grupo de amigos.
Presionó el botón para iniciar una videollamada.
Rápidamente se unieron.
— Holaaa amigueeeees. — Ten saludó animadamente — Traje un paquete de oreos y un vasito con leche. —.
— ¿Las que te compré el otro día? — Kun preguntó desde su cámara.
— Sí, las guardé para una ocasión especial. —.
— Buenas tardes, yo me hice un cafecito de vainilla. — Doyoung saludó.
— Holi, el Mark me trajo un pingüino pa' comer. — Donghyuck se une a la videollamada.
— ¿Los de Marinela? — Jungwoo preguntó.
— Exactamente. — respondió el menor.
— El Yuta me trajo toddys po'. — Sicheng alardeó, mostrando dos paquetes de galleta.
— Oye que los tienen mal a esos cabros, digo, como pa' que les anden comprando cada cosa. —.
— Que andai' envidioso, Jungwoo. — Donghyuck lo molesta — Tenemos que buscarte pololo entonces. —.
— Si pero hablemos eso después de que vuelva, ya, ahora que ya estamos todos, podemos empezar nuestra once del centro de madres. — todos ríen con el chiste de Ten.
— Ya, primero que todo, sí, me voy a Conce a ver a mi familia. —.
— ¿Y cuándo, más o menos? — Kun pregunta.
— Este finde. —.
— ¿Tan pronto? — Donghyuck pregunta — Ah no, está bien, mejor que sea pronto. —.
— ¿Y tus hermanas van contigo, cierto? —.
— Sí, Dodi, ninguna se quejó, pero me dió pena la Jihan porque lloró mucho, ayer me quedé con ella hasta que se quedó dormida. —.
— Chiquitita, que lata que tengan que pasar por esta pena. — Ten dice.
— Va a estar bien cuando vea a mi abuela, ella es como una sanadora de alma, les juro. — tomó un sorbo de su café con leche.
— Les va a hacer bien salir de acá, como despegarse de la rutina y respirar otro aire. —Sicheng habla, luego toma un poco de su jugo de naranja.
