Ya estoy aquí, no me abran hilo en Twitter.
CAP SIN CORREGIR (Oh Dios que raro ¿no?)__________________________________
POV T/N| Capítulo anterior—No vuelvas a fumar en mi cuarto — ordené con su cara a centímetros de la mía
—Creo que te dije que no me dieras órdenes — susurró casi rozandome los labios.
Pasé mis manos alrededor de su nuca —¿Enserio? No me acuerdo de eso — mi mirada estaba clavada en la suya y mis labios ardían deseosos.
—Entonces... — bajó su mirada a mis labios — Tendré que hacer que siempre lo recuerdes —
Enredé mis manos en su pelo rosado, que últimamente, me empezaba gustar mas de lo normal.
Agarró mi cara con ambas de sus manos y por fin, unió sus labios contra los míos en un beso tranquilo y cargado de emociones.
Cerré mis ojos y destensé mi cuerpo, dejándome a su merced y disfrutando cada uno de los movimientos de sus labios que combinaban a la perfección con los míos.Por suerte o por desgracia, la noche tan solo acababa de empezar.
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POV T/N
Sukuna separó sus labios de los míos, y seguidamente, se alejó de mí.
Se bajó de la cama, aturdido, algo que por alguna extraña razón, no me sorprendía.Se pasó las manos por el cabello, estresado. Me incorporé mejor sobre la cama y decidí preguntarle que le ocurría — Sukuna... ¿Estas bien? —
Se giró para mirarme — No, no estoy bien, esto está mal ¿entiendes? —
Bufé—Oh vamos, no te comportes como en una película de drama romántico, estamos solos y nadie se puede enterar de esto —en ese momento me di cuenta de que quizá estaba siendo borde con él — Pero...si quieres puedo hacer como si nada hubiera pasado entre nosotros ,si es que así estás más tranquilo —
—No, no es... —pareció rendirse — Déjalo—
Me levanté de la cama —De acuerdo—
—Ey, ¿A dónde vas? — preguntó, quizá algo asustado.
—Voy a por agua, tranquilo — reí y le di un beso en la mejilla.
Al salir por la puerta de la habitación, me quedé apoyada en el marco de la puerta, observando a Sukuna, el cual estaba de lo más confundido por mi comportamiento.
Le sonreí de lado con picardía— Sabía que no te atreverías —
—¿Disculpa? — preguntó incrédulo.
—Lo que oyes, imbécil —reí y continué con mi camino hacia la cocina.
Escuché los pasos de Sukuna detrás de mi,así que intenté correr pero no tardó más de 3 segundos en pillarme.
Deslizó sus manos por mis caderas y me obligó a mirarle de un tirón.Me acorraló contra la pared del pasillo de un empujón.Mi espalda estaba pegada a la pared y el cuerpo de Sukuna no podía estar más cerca del mío. Podía notar cada uno de sus músculos contra mi piel y el calor que desprendía.
Agarró mi cabello con fuerza con una de sus manos y me obligó a mirarle directamente a los ojos. La sonrisa socarrona que tenía dibujada en el rostro hacía que me sintiera como si fuera a ser devorada en cualquier momento. Ya no había vuelta atrás.
Acercó sus labios a los míos peligrosamente — Dime ahora que no me atrevo a follarte —
Negué con la cabeza, no me atrevía, Sukuna era demasiado intimidante — Cuando te ordeno algo es para que lo hagas, así que dimelo de nuevo, porque creo que no me ha quedado claro —