Em, perdón, solo puedo decir eso.
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POV T/N
Eran las doce de la noche, el callejón estaba oscuro y solo se escuchaban el sonido de algunos papeles rodar por el suelo.
Y ahí, en ese escenario, me encontraba yo, teniendo a Uraume, una de las sospechosas en el caso, acorralada.-Adelante, pregúntame lo que quieras - respondió ella, con cierta superioridad que me estaba irritando.
-Vas a tener que darme explicaciones suficientes como para que no te encierre en la cárcel por drogar a una oficial de policía -apoyé la pistola en su sien.
-¿Yo? - comenzó a reír - ¿Drogarte a ti? -
Hice más fuerza en el agarre-No lo digo yo, lo dice la foto que tengo de tu amiguito agarrando mi vaso para deshacerse de él-
-¿Y eso significa que lo hice yo? - preguntó incrédula.
-Eres la única que tenía acceso a mi bebida antes de darmela - repliqué.
-Yo no estaría tan segura de eso - su seguridad tan ciega me hacía dudar a ratos.
-¿Entonces? Me estás insinuando que sabes cosas así que, habla - hice una pausa.
Mi radio encendió una luz, la luz que había establecido como la señal de alarma con Geto.
-Tienes amiguitos por lo que veo - afirmé. La luz significaba que había un francotirador cerca, dispuesto a disparar.
-Tu también tienes, porque por algo te has dado cuenta ¿no? - vaciló
-Te voy a dar un premio por lista - vacilé de vuelta.
-¿Enserio? Que ilusión - falseó sus emociones.
Recargué el arma - ¿Quieres morir? Tengo el permiso de matar hoy - reí.
Pareció tensarse un poco - No lo harás -
-¿Ah no? ¿Quién lo dice? - fruncí el ceño.
-Nadie pero... No creo que a él le haga mucha gracia - esta vez la que sonreía era ella.
-¿Quién? - pregunté curiosa.
- El chico que crees que te ama por cuatro palabrejas que te habrá dicho - hizo una pausa - Y también el chico del que no sospechas porque estás ciega de amor -
-Claro que sospecho de él, pero no me cuadran los cálculos, y hasta que no me cuadren no voy a encarcelar a alguien sin pruebas - insistí.
-¿Sin pruebas? - empezó a reír a carcajadas - ¿Quién crees que te drogó en esa puta fiesta? -
El corazón me dio un vuelco - Mientes, el me salvó -
-Te salvó de algo que él había provocado a propósito para quedar como un héroe-afirmó.
-Tus palabras no me sirven como pruebas-no mentí, nunca podía usar tan solo palabras como pruebas.
-¿Quieres preguntarselo a él mismo? - ofreció.
Sentí un pinchazo en el pecho -¿Él... Está contigo aquí? -
-Por supuesto, estábamos haciéndolo apenas hace 20 minutos - sus palabras me rompieron en pedazos.
-Llámalo - ordené
-Está bien - sonrió.
-¡Sukuna sal un momento por favor! - gritó para que la escuchara.