⠀⠀⠀⠀/)_/)☆ Hello~
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⠀|_____|/Notita de vuestra queridiiiiiiisima autora:
Buenas buenas buenas, como ya saben, había perdido la cuenta y de ahí mi retraso con el capítulo de dos semanitas. Pero en fin, en compensación es un capítulo importante, de 3000 palabras y que he hecho con mucho amor y sobretodo, esfuerzo.No lloren más y aquí les dejo su premio
Cap sin corregir, como no JAJAJA perdón.
___________________________________________POV T/N
Me quedé en silencio mirando la herida de Sukuna, como esperando a que desapareciera por arte de magia.
—Ey, no pongas esa cara, ya estoy bien y casi no duele — Sukuna intentó aliviarme.
—No estoy así por la herida — respondí fría.
Sukuna soltó un largo suspiro — Tranquila, si de verdad fuera una amenaza habría acabado conmigo ya. Solo es un aviso por suerte. Me hizo el corte al salir del hospital,así que por suerte me atendieron enseguida—
—¿Qué? — pregunté incrédula.
Sukuna colocó sus manos en su nuca, estirando su cuello — Como lo oyes, simplemente me dijo "aléjate"—
Ya veo... Con que aléjate eh...
— El aviso no es para ti — me senté sin fuerzas en el sofá
Mantuvo silencio, sabía que yo tenía razón. Se sentó a mi lado con la mirada baja sin decir nada, solo haciéndome compañía.
Apoyé los codos sobre mis rodillas y enredé las manos en mi cabello. Solo podía pensar en una cosa.¿Y si se lo ha hecho el mismo?
Si pudiera mirar la herida con detenimiento, sabría si se la ha hecho él o no, pero si de verdad es él y ve que empiezo a sospechar, se me complicarían las cosas.
—¿Te apetece desahogarte? — soltó derrepente, como si nada.
—¿Qué? —
—Oh vamos — dejó su cuerpo caer en el respaldo del sofá, apoyando su cabeza en el y girandola levemente para mirarme. Su cuello estaba marcado y su mirada parecía más intensa que nunca — Sabes perfectamente a lo que me refiero —
—Pero — iba a rechistar, pero Sukuna no lo permitió.
—Si, si, si, ya sé lo que me vas a decir — soltó una risita — Me ibas a decir que si el asesino estaba detrás de mí no deberíamos hacer esto, o que sigues pillada hasta las cejas del canoso —agachó la mirada después de decir eso —Pero... Aquí no hay nadie. Y aunque sea un bocazas la mayoría de veces, nunca contaría esto, incluso si no hubiera un psicópata que me tiene el ojo encima tampoco lo diría —
—¿Enserio me estás pidiendo eso de esta forma? — pregunté incrédula.
Me hizo puchero y me señaló el lugar donde se encontraba su herida — Estoy malito, necesito atención —
—¿Enserio? — me pasé la mano por la cara debido a la frustración.
—Me tienes ganas — aseguró mirando hacia otro lado, haciéndose el loco.
—¡¿Qué?! ¡Estas loco! — gruñí
—Oh claro, y por eso intentaste provocarme enseñandome tu sujetador mientras dormías — hizo énfasis en "dormías".
Noté como la cara empezó a arderme — No me acuerdo de eso — me hice la loca.
—Oh, yo sí, y también me acuerdo de que me dejaste a medias — replicó como un niño pequeño.