Capítulo sin corregir porque necesito leer sus comentarios ya. La desesperada me llaman.
Un besito caras de puerro, os amo y espero que disfrutéis el cap, yo he amado escribirlo.
"Wish we could turn back time
To the good old days
When our momma sang us to sleep
But now we're stressed out"🖤
POV T/N
Apenas eran las 7:30 de la mañana del lunes y ya tenía mis pies dentro de la comisaría. Como era de esperar, todos mis compañeros estaban serios y el silencio era el que más presencia tenía en esos momentos. La notícia del asesinato de Megumi se había esparcido como la pólvora, afectando el estado de animo de todos mis compañeros, a excepción de algunos reclutas que nunca llegaron a conocerle.
—¡T/N! — escuché a alguien gritar mi nombre a mis espaldas.
Al girarme me encontré con Nobara —Buenos días — saludé desganada.
—Buenos días — saludó con una falsa sonrisa.
Iba dando pequeños saltitos,nerviosa —¿Cómo te encuentras? —
—Como una completa mierda, ¿y tú? — me sinceré, no tenía por que fingir nada con ella, era mi mejor amiga y lo entendería.
Soltó una risa amarga— Igual que tú —
—Estupendo entonces — bufé
Subimos en silencio hasta las oficinas y cada una se sentó en su sitio correspondiente.
La tardé en las oficinas no me sorprendió en absoluto. Gente mirándome con pena, otros hasta arriba de estrés por la situación y el trabajo y por último los cadetes ruidosos que te agotaban cualquier porcentaje de energía.
Miré el escritorio vacío de mi izquierda y por un momento le ví. Le ví sentado tomándose su café mañanero, atendiendo denuncias casi tumbado en la silla y riéndose de lo patéticas que podían llegar a ser. Su pelo negro con reflejos azulados despeinado como de costumbre y su peculiar forma de vestir junto a sus cascos que siempre llevaba a todas partes.
Megumi era una de las personas más maravillosas que había conocido nunca, con una manera especial de pensar y siempre estaba para lo que necesitaba. Eso mismo me hacía preguntarme cada día lo mismo,
¿Por qué él?
Sin darme cuenta, había dejado de trabajar y tenía mis ojos inundados de lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento.
Y para colmo, tenía a mi jefe frente a mí.
—Buenos días Gojo — no iba a sonreírle, no era necesario, el entendía perfectamente que no me apetecía.
—Buenos días T/N — saludó de vuelta.
—¿Necesitas algo? — pregunté, no era normal verlo fuera de su despacho.
—En realidad solo venía a saludar pero... — inspeccionó mi cara, como si me estuviera escaneando con los ojos — Creo que tengo que hablar contigo— concluyó serio.
—¿De acuerdo...? Cuenteme — estaba algo confundida.
—Es un tema... Personal, así que si me haces el favor, sígueme hasta mi despacho —habló lo más bajo posible, pero sin ser demasiado sospechoso.
—Sin problema — le sonreí y miré a Nobara. Esta tenía sus pulgares alzados dándome animos, y si, ella sabía sobre mis sentimientos por Gojo, así que no me sorprendía en absoluto.
Seguí a Gojo hasta su despacho y una vez dentro, cerró la puerta, pasó el pestillo y cerró la ventana que tenía la puerta.
—¿Jefe? — pregunté ,confundida.
