NO ESPERABAN ACTUALIZACIÓN DOBLE LO SÉ, PERO ME LEVANTÉ RELOCA.
Pov T/N
Al entrar a la discoteca todo el mundo se quedó en silencio, dando lugar a uno de los momentos más vergonzosos de mi vida.
Me escondí detrás de Satoru — ¿Por que nos miran tanto? —
—Bueno, soy el jefe de la policía y tu probablemente la chica más guapa que hayan visto estos idiotas —me pasó el brazo por el hombro.
—Te drogas — rodé los ojos
—Un poco — admitió
—Espera ¿qué? — lo miré incredula
—¿Qué? — se hizo el loco.
—Mmmm — no me fiaba de él.
Satoru sonrió al ver las bebidas—¿Vamos a la barra? —
—No bebo alcohol, pero si allí puedo sentarme acepto — los tacones me estaban matando.
—Un chupito no le hace daño a nadie — intentó convencerme.
—He dicho que no — le sonreí con superioridad, no iba a convencerme.
—Bueno, ya veremos — retó mientras pillaba asiento en la barra.
Al rato de estar sentados una chica peliblanca con alguna mecha rosa, que al parecer era camarera se acercó a nosotros.
—Buenas — saludó con una sonrisa.
—Hola — la saludé alegremente.
—Buenas — Gojo también le sonrió.
—¿Que van a pedir? — sacó una pequeña libreta de su bolsillo.
—Yo quiero un chupito de vodka con limón ¿Y tu T/N? — la chica puso una cara extraña al escuchar mi nombre.
—Yo de momento una fanta por favor—pedí de forma educada
—De acuerdo ¿no desean algo más? — ofreció
—Por mi parte no , gracias — Me sorprendía lo amable que era Satoru con todo el mundo, normalmente era algo borde.
—Por la mía tampoco — le sonreí y mi mirada se dirigió al otro lado de la barra, dejándome estática por momentos. Sukuna estaba apoyado en la barra con un vaso en la mano, hablando con un hombre peliazul. Iba con una camiseta básica negra pegada a su cuerpo, que marcaba cada uno de sus abdominales, unos vaqueros pegados también negros y unas deportivas.
—Ahora vuelvo, quiero hablar con Sukuna —avisé a Gojo y bajé del asiento ,pero...
La camarera me agarró del brazo y me obligó a permanecer en la silla —Señorita, no puede moverse de la barra cuando pide una bebida — informó con una sonrisa.
—Uuumm está bien, perdón — me volví a sentar en mi sitio.
—Gracias, enseguida vuelvo — concluyó y se fue a preparar mis bebidas.
—Que chica más rara — comentó Satoru.
—¿Y eso? A mi me parece maja — no entendía a que venía su comentario.
—Te ha mirado mal en cuanto he dicho tu nombre — Satoru no le quitaba los ojos de encima a la mujer, como si la estuviera analizando.
—No me he dado cuenta — bufé — le caigo mal a todos —
—No digas eso anda — intentó animarme.
Le sonreí como respuesta y esperé a que la camarera volviera.Trajo nuestra bebidas decoradas,con un limon cada una. Las agarramos con gusto y la camarera se despidió de nosotros.
