Boo! |Junghope|

Capítulo 5

Tercera actualización del día

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Las decoraciones de Halloween de la universidad le ponían los pelos de punta. Como de costumbre, iba caminando solo por los pasillos y un grito muy vergonzoso se le salió cuando una de las decoraciones le saltó enfrente, haciendo que varios se rieran un poco de él.

Sus mejillas se sonrojaron y frunció el ceño, apretó los libros que llevaba contra su pecho y comenzó a caminar más rápido, ya quería llegar a su clase, entre menos contacto tuviera con los estudiantes de la universidad, mejor sería.

─ ¡Hoseok! ─ Levantó la cabeza y se encontró con la linda sonrisa de la pareja de Jimin.

Se apresuró a llegar al lado de ella y suspiró aliviado.

─ Hola. ─ La saludó. ─ ¿Y Jimin?

─ Fue al baño. ─ Le dijo ella tranquilamente. ─ ¿Qué tal vas? Sé que no es tu época favorita del año.

Hoseok suspiró.

─ Hana... ¿Por qué tenía que ser así? ─ Le preguntó. ─ Quisiera ser cómo todos ustedes, no entiendo por qué soy tan miedoso, quiero ser valiente. No quiero que tengan otro motivo para molestarme.

─ Las personas que te molestan son unas anticuadas. ─ Respondió la chica. ─ Además, no tiene nada de malo tener miedo. Es un instinto de supervivencia, ¿Sabías? Esto solamente quiere decir que en una situación de peligro es más probable que tú sobrevivas a él resto de nosotros. ¿Sabes por qué?

─ ¿Por qué? ─ Preguntó aún sin creérsela mucho.

─ Porque el miedo te mantiene alerta.

─ Hola.

Hoseok dió un gran salto del susto alejándose del camino, para luego darse cuenta que solamente se trataba de Jimin.

─ ¿Ves? ─ Le dijo Hana. ─ Tú te quitaste del camino y yo no, pude haber muerto.

El pelinegro giró los ojos.

─ Si, si...

─ ¿De qué hablan? ─ Preguntó Jimin.

─ Le explicaba a Hoseok sobre lo genial que es.

─ Ya, solamente intentaba hacerme sentir mejor. ─ Le dijo el mencionado. ─ Pero no le creí ni la mitad de lo que me dijo.

─ Deberías creerle.─ Le dijo Jimin. ─ Después de todo, Hana tiene buen gusto para los chicos. ─ Guiñó el ojo a su novia haciendo que Hoseok fingiera vomitar.

Claramente solo bromeaba, él amaba ver a su mejor amigo y a su novia ser felices.

─ ¿Nos vamos? ─ Preguntó Jimin.

Hoseok asintió y ésta vez ya pudo caminar tranquilamente por el pasillo, sintiéndose un poco más acompañado.

Era extraño que cuando caminaban por el pasillo, Jimin y Hana saludaban a unas cuantas personas en el camino, mientras que él no saludaba a nadie. Es porque él realmente no se llevaba con nadie más que no fuera ellos dos.

Levantó la vista del camino y notó a Seokjin subido en una pequeña escalera. Estaba pegando unas cuantas decoraciones en la pared. De pronto, el chico giró el rostro y sus miradas chocaron. Hoseok sintió que su corazón se detenía y se avergonzó por haber sido atrapado mirándolo.

A veces deseaba que Kim Seokjin hubiera sido un idiota con él, deseaba que le hubiera dicho que él nunca se fijaría en un chico, que nunca se fijaría en un marica. Pero, no fue así. El chico había sido tan comprensivo, había sido tan amable que dejó una pequeña ilusión encendida, de que tal vez un día sí tendría tiempo para tener pareja.

Tal vez un día, Kim Seokjin dejaría de estar tan ocupado y entonces él estaría allí disponible, esperando por él.

Hoseok sabía que era una idea muy estúpida, pero no podía evitar ilusionarse con ello, no podía dejar de pensar en ello y eso aumentaba aún más el sonrojo de sus mejillas mientras caminaban en dirección al chico, pues el pasillo era estrecho.

Hoseok se preguntó si el podría ser como Jimin y Hana aunque fuera una vez. ¿Qué tal si lo saludaba? Sería un simple saludo de pasillo y luego seguiría caminando a su clase.

Su corazón parecía acelerarse más y más a medida se iban acercando más al chico. Hoseok casi podía con tar los pasos que le faltaban para llegar. Cuando estuvos a tan solo dos pasos, se detuvo unos segundos tragando saliva. Se giró al chico y éste pareció notar su acercamiento.

Levantó lo mano y sonrió, no estaba seguro de como le había salido la sonrisa, esperaba que no hubiera sido algo vergonzoso.

─ Hola Seokjin. ─ Dijo, Jimin y Hana se detuvieron al escuchar a su amigo hablar.

Seokjin lo miró con un poco de sorpresa por un segundo y luego sonrió también.

─ Hola Hoseok, ¿Cómo estás?

Oh... ¿Habría conversación? Hoseok no se lo esperaba.

─ B-Bien... ─ Le dijo. ─ Voy camino a clases, ¿Y tú?

─ Yo debo terminar estás decoraciones antes de la fiesta de Halloween. ─ Le dijo el chico. ─ Ya falta poco. ─ Pero ha sido mucho trabajo.

─ ¿Irás a la fiesta? ─ Preguntó Hoseok.

─ Si, iré, ¿Y tú?

Hoseok se alegró de haberle hecho caso a Jimin.

─ Iré, compramos disfraces de piratas. ─ Dijo señalando a Jimin y a Hana, sintiéndose un poquito emocionado. Los chicos saludaron con gesto de sus manos.

─ Se verán increíbles, seguramente. ─ Le dijo Seokjin. ─ Yo creo que iré de fantasma, ya sabes, le hice tres agujeros a una sábana con una tijera.

Hoseok rió suavemente.

─ ¿Qué? ¿No es lo suficientemente genial? ─ Preguntó Seokjin, fingiendo estar un poco ofendido.

─ No es eso, es que no creo que los fantasmas sean así, creo que son un poquito más escalofriantes. ─ Le dijo Hoseok.

─ Pues yo creo que los fantasmas andan en sábanas.

Hoseok volvió a reír.

─ Bueno, ya debo ir a clases. ─ Le dijo. ─ ¿Nos vemos en la fiesta?

─ Si, claro, yo seré el único fantasma con un disfraz real. ─ Insistió Seokjin haciendo reír a los tres chicos.

Hoseok se giró y siguió caminando, sentía sus mejillas arder por sonreír demasiado. Había platicado con Seokjin en el pasillo y todo había salido bien.

─ No sabía que tuvieran confianza. ─ Le dijo Jimin.

─ Es la primera vez que hablamos así. ─ Confesó Hoseok intentando respirar profundo para calmarse.

Jimin le sonrió.

─ Bueno, tal vez puedas hablar más con él en la fiesta. ─ Le dijo Hana.

Hoseok asintió feliz, ahora si tenía ganas de que llegara el 31 de octubre, le importaba poco si pasaban cosas tenebrosas ese día, porque iba a hablar con Seokjin de nuevo. Iba alimentando más y más sus ilusiones.

Llegaron a su aula de clase y allí Hoseok volvió a agachar la cabeza al ver a sus compañeros de carrera. Sinceramente, los detestaba.

Caminó así hasta su asiento, solo esperaba que el profesor llegara rápido para que nadie tuviera tiempo de molestarlo. Sabía que Jimin y Hana lo defenderían, pero tampoco era un gran fan de ver a sus amigos pelear y ganar enemigos por él.

Para su suerte, el profesor llegó rápido y pudo respirar tranquilo mientras éste daba la clase, aunque no pudo prestar demasiada atención. Pues, su mente estaba ocupada repitiendo para él una y otra vez la conversación que había tenido con Seokjin. 

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